Juan Carlos Prieto Tovar nos explica, a pie de majuelo, el trabajo de recuperación de la diversidad varietal de majuelos centenarios que está realizando en esta localidad vallisoletana.
Juan Carlos Prieto Tovar es uno de esos soñadores que toman decisiones con el corazón.
Heredó la pasión por la viticultura de sus padres y abuelos, especialmente de su abuelo materno, Silvino Tovar, que sacó a su familia delante produciendo y vendiendo a granel 500 cántaras de clarete.
Como objetivos de su viticultura destaca el mantenimiento de la diversidad varietal y el desarrollo de una viticultura sostenible y ecológica. Manteniendo y poniendo en valor, todo el trabajo, ilusión, esfuerzo, modelación del paisaje y del territorio de todos los que nos precedieron.
Hace ya 25 años, inició esta aventura con la compra de los primeros majuelos en el ‘Pago de Sallana’, situado en Trigueros del Valle y Cubillas de Santa Marta, plantados entre 1917 y 1922.
Durante esta historia, Juan Carlos, se especializa en recuperar viñedos viejos trabajando en la actualidad 10,5 hectáreas en propiedad de las que únicamente 0,7 son herencia de su abuelo Silvino.
Estas 10,5 hectáreas están repartidas en 20 majuelos distintos, siendo la superficie mínima de trabajo de solamente 0,15 hectáreas, fruto a su vez de la suma de dos majuelos de 0,08 y de 0,07 hectáreas, lo que da una idea del mimo con el que se ha recuperado cualquier pequeña porción de viñedo viejo.
Le acompañamos a un majuelo de 0,58 ha que acaba de adquirir en el pago ‘Los Pastores/Garrucho’ en Trigueros del Valle. Plantado según registro en 1930 mayoritariamente con tempranillo, aunque se tiene constancia de un número importante de cepas de moscatel. Este majuelo estaba abandonado desde hace más 20 años y Juan Carlos Prieto Tovar acaba de iniciar las actuaciones de recuperación hace apenas 15 días.
Es impresionante ver cómo han podado todas las partes secas hasta encontrar un atisbo de vida o esperar que surja en estas cepas. Para no dañar el trabajo de poda en las cepas han retirado a mano todos los restos de poda y han perfilado un número significativo de almendros y algún guindo que se han desarrollado durante estos años. Prieto Tovar nos indica que es el majuelo en peor estado de todos los que ha trabajado, pero que tiene una gran ilusión en que se recupere.
Nos acercamos al majuelo denominado ‘El Tintorero’, donde además de Tempranillo, Garnacha, Merenzao, Mencía, hay Garnacha Tintorera, de ahí su nombre. Este majuelo plantado en 1900 es un claro ejemplo de recuperación. Sin duda llama la atención las variedades presentes que han sido identificadas gracias la colaboración del ITACYL. “No está muy claro de donde vino esta diversidad de variedades y de donde se trajo”, explica este entusiasta de la viticultura y el vino.
Lo mismo ocurre entre otros con el majuelo del ‘Camino del Monte’ del abuelo Silvino plantado en 1945, “de vuelo” sin patrón donde las primeras líneas son de la variedad Alarije o Malvasía Riojana y el resto es Tempranillo y Albillo Mayor, en este majuelo podemos encontrar pinos piñoneros de gran tamaño, así como varios nogales.
Colindante en la parte superior del ‘Camino del Monte’ nos encontramos el majuelo de las ‘Pigazas’ donde se han identificado entre otras variedades cepas de las variedades Morate y Sanguina y varias cepas de una variedad no identificada de que solo existe una referencia igual en Aragón.
Todos los majuelos tienen su personalidad y singularidad, el majuelo más joven esta plantado en 1945 y el más antiguo oficialmente registrado es de 1869 en el ‘Paraje del Soto’. “Este majuelo muy cercano al pueblo tiene mantiene en alguno de sus líneos los hitos de propiedad ya que en algún momento de su larga vida se heredaba por cepas no por superficie”, señala Juan Carlos Prieto Tovar. Podríamos estar describiendo cada singularidad de cada uno de los majuelos, sin duda todo un legado.
Preservar la diversidad varietal de majuelos centenarios
Como ya hemos comentado uno de los objetivos fundamentales es la preservación y custodia de la diversidad varietal de estos majuelos centenarios, siendo la variedad Tempranillo la más importante en uva negra. También están presente la Garnacha Gris, Garnacha Tintorera, Moscatel Negro, Merenzao, Mencía y acaban de ser identificadas Morate y Sanguina. En variedades blancas la reina es Albillo Mayor y también están presentes Castellana Blanca, Verdejo, Viura, Alarije, Huerta del Rey, Moscatel entre otras.
Los majuelos están concentrados en cuatro pagos de suelos muy diferentes: ‘Camino del Monte’, suelos ligeros en la cota más baja y a medida que subimos la cota más arcillosos y calcáreos. ‘Pago del Soto’ con suelos muy arcillosos y alto contenido en Ca muy difíciles de trabajar. ‘Pago de Los Pastores o Garrucho’ con suelos ligeros con gran presencia de elementos gruesos, cascajo, y un nivel freático alto. Por último, ‘Pago de Sallana’ con suelos de cascajo, profundos, con un bajo nivel de materia orgánica. “Todos estos tipos de suelo, más la antigüedad del viñedo, su diversidad varietal y el trabajo aportado por el hombre hace que las uvas obtenidas sean únicas”, remarca Prieto Tovar.
La viticultura que desarrollan se inicia con la poda en seco una vez que está consolidada la parada vegetativa. Después, retira o triturado de los restos de poda cuando el marco de plantación de los majuelos lo permite. Un tratamiento de invierno en ecológico, generalmente bicarbonato o agua oxigenada, cuando se la iniciado el desarrollo vegetativo y los pámpanos alcanzan unos 12 cm un tratamiento de azufre,
Posteriormente se realiza un despunte manual cepa por cepa con varas de bambú muy finas para no dañar a los pámpanos, con especial atención a las aportaciones de azufre de forma preventiva. A continuación, cuando las cepas están cerradas, se realiza el deshoje interior de cada una de las cepas con especial cuidado a que los racimos no queden soleados.
La vendimia, siempre manual, se realiza en cajas de 15 kg, de forma individual por majuelo, siempre vendimiando las variedades blancas primero, posteriormente el tempranillo, después la garnacha y la última en ser vendimiada es la garnacha tintorera.
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