El espacio Q-BO de la Diputación de Valladolid acogió la presentación del proyecto enoturístico “Tovar bodega de bodegas”.
El espacio Q-BO de la Diputación de Valladolid acogió la presentación del proyecto enoturístico “Tovar bodega de bodegas”. Una propuesta, de la Familia Tovar, con la que han recuperado un conjunto de bodegas subterráneas en Trigueros del Valle que definen con tres conceptos: singularidad, atemporalidad y devoción.
El “alma mater” de este proyecto es Juan Carlos Prieto Tovar; nacido en Valladolid, pero de Trigueros del Valle al igual que sus padres, todos sus abuelos, parte de sus bisabuelos y tatarabuelos.
Hace ya 25 años, inició esta aventura con la compra de los primeros majuelos en el pago de Sallana, situado en Trigueros del Valle y Cubillas de Santa Marta, plantados entre 1917 y 1922.
Durante esta historia, Juan Carlos se especializa en recuperar viñedos viejos trabajando en la actualidad 10,5 hectáreas en propiedad de las que únicamente 0,7 son herencia. En concreto, un bonito majuelo plantado en 1945, por su abuelo, Silvino Tovar, en el pago del Camino del Monte de Trigueros, con las variedades Tempranillo, Albillo Mayor y Alarije o Malvasía Riojana, sin patrón.
Estas 10,5 ha están repartidas en 20 majuelos distintos siendo la superficie mínima de trabajo de solamente 0,15 ha. Fruto a su vez de la suma de dos majuelos de 0,08 ha y de 0,07 ha lo que da una idea de el mimo con el que se ha recuperado cualquier pequeña porción de viñedo viejo.
Este proyecto, como no podía ser de otra manera, trabaja desde una viticultura ecológica, así como el esfuerzo en mantener y conservar los paisajes, linderas y otros espacios, como la presencia de almendros, nogales e incluso pinos, siempre respetando el trabajo, esfuerzo, ilusión y dedicación de los que nos precedieron.
Otro de sus pilares fundamentales es la preservación y custodia de la diversidad varietal de estos majuelos centenarios, siendo la variedad Tempranillo la más importante en uva negra, también están presente la Garnacha Gris, Garnacha Tintorera, Moscatel Negro, Merenzao, Mencía y acaban de ser identificadas Morate y Sanguina; en variedades blancas la reina es Albillo Mayor y también están presentes Castellana Blanca, Verdejo, Viura, Alarije, Huerta del Rey, Moscatel entre otras. Actualmente, uno de los proyectos que se llevan a cabo, se centra en identificar todas las variedades presentes en la explotación, un trabajo arduo y difícil.
Los majuelos están concentrados en cuatro pagos de suelos muy diferentes: Camino del Monte; suelos ligeros en la cota más baja y a medida que subimos la cota más arcillosos y calcáreos; Pago del Soto con suelos muy arcillosos y alto contenido en Ca muy difíciles de trabajar; Pago de Los Pastores o Garrucho con suelos ligeros con gran presencia de elementos gruesos, cascajo, y un nivel freático alto y por ultimo Pago de Sallana, con suelos de cascajo, profundos, con un bajo nivel de materia orgánica.
Todos estos tipos de suelo, más la antigüedad del viñedo, su diversidad varietal y el trabajo aportado por el hombre hace que las uvas obtenidas sean únicas.
Coincidiendo con el nacimiento de su hijo Juan hace 24 años, compró la primera bodega subterránea al lado del Castillo de Trigueros. Con el paso del tiempo, se irán empadronando (como no podía ser de otra manera, bajo tierra) a este proyecto las bodegas colindantes a esta primera, uniendo dentro de este paraguas llamado “Tovar Bodega de Bodegas” hasta cinco bodegas centenarias. Estas presentan un abanico de diferencias, haciendo justicia a las diferentes historias que cada una cuenta, tan distintas, pero siempre con el mismo hilo conductor, el vino.
Recorriéndolas, podremos observar la diversidad arquitectónica de las mismas, desde las distintas superficies de las sisas o habitáculos, alturas, recubrimiento de las paredes, algunas de piedra, perfiles de suelo, y contar hasta once zarceras y descargaderos, todo ello a una profundidad en algunos puntos de más 14 metros.
Este proyecto, sincero y autentico, no te llevará a engaños cuando pienses el “dress code” con el que venir a visitarlo, y es que en el interior de las mismas existe una temperatura estable durante todo el año de 14ºC. Es por ello, que se trata de un espacio ideal para la crianza de los vinos que reposan entre presas de viga o romana, tinos, cubas y antiguas bombas de trasiego.
El proyecto ha sido completado con la adaptación de una antigua nave agrícola a pocos metros de las cinco bodegas subterráneas que se ha equipado de los medios necesarios para elaborar vino y que en su interior cuenta con otras dos bodegas centenarias subterráneas donde se realiza la crianza de los mismos.
En resumen, la pasión por los viñedos, bodegas centenarias y por el propio pueblo de Trigueros ha dado su fruto en este esmerado proyecto de enoturismo y bodega “Tovar Bodega de Bodegas”, que Juan Carlos Prieto Tovar está desarrollando junto con a hijos Juan y María.
El proyecto pivota en tres pilares. En primer lugar, el mantenimiento de la viticultura tradicional desarrollada durante estos 25 años. La elaboración de vino rosado tradicional y rosado barrica en la D.O Cigales, así como tinto crianza y por último la implantación del enoturismo con la visita a las cinco bodegas subterráneas centenarias comunicadas. Esta visita aportará al visitante una experiencia única y singular donde además de disfrutar del patrimonio arquitectónico y cultural se podrán degustar y adquirir sus magníficos y atemperados vinos.
“Tovar Bodega de Bodegas” es un claro ejemplo de un proyecto que persigue poner en valor todo nuestro patrimonio vegetal, arquitectónico y cultural en el medio rural buscando la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
Sin duda visitar este proyecto singular, atemporal y lleno de devoción, es más que apetecible y está a un paso de Valladolid. Además de visitar las bodegas subterráneas, podremos degustar sus tes excelente vinos: Un tinto Crianza de la Tierra de Castilla y León y dos rosados de la Denominación de Origen Cigales.
Más información: tovarbodegas.com
