La Comisión Europea ha incluido a este elemento como una de las sustancias candidatas a ser reemplazadas
La reducción en el uso del cobre como fungicida en la vid se ha convertido en uno de los grandes desafíos para los viticultores europeos. El endurecimiento de la legislación comunitaria y, especialmente, los efectos adversos derivados de la acumulación de este metal pesado en el suelo, obligan a buscar alternativas a su uso para combatir enfermedades como el mildiu, especialmente en agricultura ecológica.
Un ensayo realizado por Seipasa en Italia, uno de los países europeos con mayores niveles de contaminación por cobre, revela la eficacia del producto Septum para el control de mildiu en viña con una reducción muy notable en la cantidad de cobre utilizado dentro de la estrategia para hacer frente a la enfermedad.
A pesar de que su uso se remonta al siglo XIX, el uso del cobre está en entredicho por su toxicidad para los microorganismos y sus efectos negativos sobre la biología del suelo. Hace apenas dos años, la UE marcó el camino con la aprobación de una prórroga que autorizaba el uso de cobre en viticultura ecológica hasta el año 2026. A cambio, impuso un nuevo límite anual de 4 kilos por hectárea, no pudiendo sobrepasar los 28 kilos de cobre metal aplicados en un período de siete años.
La Comisión Europea ha incluido el cobre como una de las sustancias candidatas a ser reemplazadas y el endurecimiento de la reglamentación ha ido acompañado de la limitación en la renovación de varios productos formulados a base de cobre. El problema es que los nuevos márgenes impuestos para el cobre por parte de Bruselas pueden ser insuficientes en años de especial incidencia del mildiu, lo que obliga a buscar alternativas que permitan controlar la enfermedad de manera eficaz y optimizar los tratamientos fitosanitarios sin interferir en las cualidades organolépticas de la uva.
Una de esas alternativas es Septum, una solución natural con acción fungicida desarrollada por Seipasa a partir del extracto de Equisetum arvense y con una alta eficacia para el control del mildiu de la vid. Así lo demuestran los resultados del ensayo realizado por la compañía en la región de Emilia-Romagna sobre un cultivo de la variedad de uva blanca Trebbiano Romagnolo.
El ensayo pone frente a frente 3 estrategias de tratamiento de la enfermedad. La primera es una estrategia convencional utilizada habitualmente en la zona, en la que se incluyen sustancias activas como Mancozeb, Dimetomorf, M-metalaxil, Cimoxanil y Cobre. Algunas de estas sustancias son candidatas a sustitución mientras que otras ya han dejado de estar autorizadas por la Comisión Europea, como sucede en el caso de Mancozeb que, no obstante, seguía en vigor en el momento de realizarse el ensayo.
El marco del ensayo compara la estrategia convencional con dos estrategias mixtas desarrolladas por Seipasa. En la primera se han incluido 3 aplicaciones de Septum, mientras que en la segunda se han incorporado 5 aplicaciones (ver tabla 1). Estas aplicaciones están intercaladas en la estrategia convencional o bien sustituyen algunas de las aplicaciones de las sustancias activas mencionadas anteriormente.
Control de la enfermedad
Tal como revelan los resultados del gráfico 1, las estrategias mixtas con el producto Septum, con 3 y 5 aplicaciones, igualan o incluso mejoran el % de eficacia contra mildiu de la estrategia convencional. Los efectos de control, tanto en hojas como en racimo, son similares, lo que demuestra la elevada capacidad de Septum para integrarse en programas de protección integrada con resultados muy positivos en cuanto a las eficacias obtenidas.
Reducción de materias activas
Además de la eficacia para controlar la enfermedad, los resultados arrojan una considerable disminución total de la cantidad del ingrediente activo (g/ha) de síntesis química aplicado:
- Reducción del 35% en la estrategia mixta con 3 aplicaciones de Septum.
- Reducción del 41% en la estrategia mixta con 5 aplicaciones de Septum.
- Asimismo, se ha obtenido una disminución de la cantidad de cobre (g/ha) del 21% (estrategia mixta con 3 aplicaciones de Septum) y del 79% (estrategia mixta con 5 aplicaciones de Septum), respectivamente.
Para Jordi Asamar, del departamento técnico de Seipasa, los resultados del ensayo son tremendamente positivos porque demuestran la existencia de una alternativa real al uso del cobre para el control de mildiu en viñedo.
“El ensayo demuestra la elevada eficacia de Septum para mejorar la sanidad del viñedo frente a uno de los mayores quebraderos de cabeza de los viticultores. La estrategia confirma la reducción de la carga química y del uso de cobre de los tratamientos sin perder eficacia en el control de la enfermedad. Pone en valor la posibilidad real de hacer frente a la enfermedad con garantías y con una clara alternancia de materias activas que permiten reducir las dosis de los tratamientos fitosanitarios”, apunta Asamar.
En este sentido, la tabla 1 muestra el detalle de la rotación de materias activas en las estrategias empleadas en el ensayo. En ella se puede apreciar la forma en que las aplicaciones de Septum han reemplazado tanto a los tratamientos a base de cobre como a los tratamientos con sustancias activas de síntesis química.
Además de la eficacia en el control de la enfermedad, los resultados del ensayo también demuestran que la aplicación de Septum no afecta a las cualidades organolépticos de la uva (ver gráfico 2).
Septum es una solución natural con acción fungicida desarrollada a partir de una potente combinación de diferentes moléculas activas (fenoles, saponinas, flavonoides y ácido silícico) procedentes de extracto de Equisetum arvense que, aisladas y en la proporción equilibrada, aseguran la más alta eficacia del producto.
Septum es un producto eficaz desde las primeras etapas del cultivo, ya que ejerce un efecto preventivo y curativo. Provoca la ruptura y deshidratación de los tejidos fúngicos e interrumpe la esporulación del hongo.
Seipasa ha desarrollado un amplio conocimiento interno del producto gracias a un proyecto de investigación con el CBGP de la Universidad Politécnica de Madrid que ha permitido trazar un completo mapa descriptivo con la identificación de las más de 90 moléculas botánicas que lo componen.