El ITACyL celebró una jornada donde abordó métodos de prevención y medidas para paliar las plagas y enfermedades en las leguminosas de grano
El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) celebró una jornada donde abordó las plagas y enfermedades en las leguminosas de grano.
Realizada en formato online por la pandemia, intervinieron en la misma Constantino Caminero, jefe del área de Plagas del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León y el agricultor de Cuenca de Campos y experto en leguminosas, Moises Asensio de la Cuesta.
Caminero comentó las principales plagas que encontramos en legumbres grano son la Sitona, los pulgones, los gorgojos y las polillas.
Sobre la Sitona comentó que afecta a todas las leguminosas, inverna en el suelo pasando desapercibida y se activa a finales del invierno. El principal problema nos puede llegar entre abril y junio durante su periodo reproductivo
Con respecto a los pulgones, Constantino Caminero explicó que hay muchos y variados pero los que más afectan son el pulgón verde y el negro. “Los pulgones afectan a toda la planta y tienen una reproducción muy acelerada. Además, tienen el problema que son trasmisores de virus”, recalcó.
Este experto aseguró que es importante recordar que en el campo no solo encontramos plagas, sino también polinizadores beneficiosos y depredadores naturales de las plagas, que tenemos que tener en cuenta cuando actuamos. “Es bueno aprovecharse de la biodiversidad sembrando una serie de plantas (bandas multifuincionales) que potencien polinizadores o fauna auxiliar que nos proporcione un control biológico natural como es el caso de algunas mariquitas.”, recomendó.
En cuanto al gorgojo, Caminero explicó que tradicionalmente es una plaga que se la conoce de granero, porque es difícil de ver, pero que el problema comienza mucho antes, en el campo donde se desarrolla en el interior del grano.
La exposición sobre plagas se cerró con la polilla que afecta principalmente a guisantes, lentejas y vezas. Una de las más comunes e la cydia nigricana que suele estar bastante oculta y ser nocturna. “La larva pone en las plantas y entra en el grano, con el hándicap que no se queda allí, si no que sale y va de uno a otro haciendo más daño”, comentó. También, es muy común la canela estriada.
Dentro de las polillas, Caminero se detuvo en el taladro, una polilla muy garbancera. “Hay que tener cuidado porque la primera generación afecta a las leguminosas, pero en la siguiente puede migrar al girasol o al maíz. Esta polilla es fácil de detectar” aseguró.
Las enfermedades en leguminosas
El capítulo de plagas en leguminosas comenzó con la fusariosis, una enfermedad que proviene del suelo y que cuando encuentra las condiciones ideales, temperaturas altas y humedad relativa, ataca los vasos de la planta. “La fusariosis puede manifestarse en cualquier momento del ciclo y se desarrolla de forma rápida. Aunque sus condiciones ideales son temperaturas altas y humedad, también puede desencadenarse a temperaturas bajas o en situaciones de déficit hídrico”, comentó Caminero.
En lo que respecta a la Ascoquitosis, el jefe de área de plagas del ITACyL comentó que esta enfermedad puede originarse en residuos o semilla. “En garbanzos se identifica por unas manchas circulares en las hojas y a medida que va avanzando, se ve como se va secando la hoja. También ataca el tallo”.
El mildiu fue otra de las enfermedades que se trató. También puede originarse tanto por restos de cosecha como por semilla. “Empieza de abajo a arriba atacando tallos y hojas e incluso puede llegar a las vainas. El mildiu se reconoce por amarillear la hoja y otra característica es un micelio gomoso en el envés”. El mildiu puede activarse con humedades altas y temperaturas bajas.
La exposición de este bloque terminó con la Bacteriosis, una de las plagas que más afecta al guisante.
Medidas de control
Constantino Caminero expuso que las medidas preventivas pasan principalmente por la rotación, excepto para el gorgojo, al menos cada tres años. También es primordial el uso de semilla certificada libre de patógenos y muy recomendable el uso de variedades tolerantes a las heladas.
En lo que respecta a las fechas de siembra para evitar las plagas es aconsejable apostar por variedades precoces o adelantar fechas de siembra para intentar que cuando se produzcan ataques o pérdidas la planta este lo más avanzada posible. En las plagas es todo lo contrario, mejor retrasar la fecha de siembra “por lo que el agricultor deberá buscar el equilibro en función de lo que más le convenga a su situación y sea más favorable a una buena producción”, explicó el responsable del ITACyL.
Otra medida muy efectiva es la de favorecer y respetar los enemigos naturales de estas plagas y enfermedades.
Uso de fitosanitarios
En cuanto al momento y uso de los fitosanitarios, Caminero aconsejó que en el caso de la sitona, el gorgojo, la polilla y el pulgón “hay que vigilar a los adultos, aunque el daño nos lo hagan las larvas porque cuando están dentro de las vainas poco podemos hacer. Por tanto, hay que controlar a los adultos antes de que hagan las puestas.
Además, aseguró que “es una buena estrategia para sitona, gorgojo, polilla y pulgón un tratamiento preventivo conjunto en floración y repetir a los 10-14 días, aunque en pulgón es recomendable retrasar o evitar el tratamiento si hay alta presencia de enemigos naturales.”
En lo que respecta a las enfermedades como la fusariosis, ascoquitosis y el mildiu, hay que tratar ante los primeros síntomas y siempre antes de la emisión de yemas florales. En cambio, en la Bacteriosis no existen tratamientos curativos y el control solo se basa en la prevención.
Tras la exposición de Constantino Caminero intervino, Moises Asensio, productor de leguminosas en Cuenca de Campos (Valladolid) que ofreció su visión de este tema desde el punto de vista del agricultor.
Asensio explicó que, aunque conocemos las plagas y enfermedades y cómo defendernos, muchas veces no resolvemos los problemas porque influyen también otros factores externos que no podemos controlar. “La falta de herbicidas, el suelo, la semilla, la fecha de siembra o la recolección”, aseguró.
Para Asensio hay plagas y enfermedades que es imprescindible controlar porque son determinantes como es el caso de los pulgones y los gorgojos sobre todo en leguminosas de consumo humano que a parte de la merma en cantidad, influye muchísimo en la calidad. En el caso de las enfermedades, son especialmente dañinas la rabia en el garbanzo, el fusarium en general y particularmente en la lenteja y la bacteriosis en el guisante. “Algunos buenos consejos ya los ha dado Constantino: partir de una buena semilla, labores mecánicas si observamos alguna plaga y rotar cada dos o tres años sobre todo después de haber tenido enfermedades”. Para este agricultor, también hay que tener cuidado con los herbicidas empleados en la campaña anterior porque “si no analizamos bien los factores podemos creer una enfermedad cuando es un problema de fitotoxicidad”.
Otro aspecto que comentó este productor es que es importante tener claro el destino al que se va a dar la leguminosa porque no es lo mismo si va a ser para forraje, grano o semilla, y dentro del grano si se va a destinar a consumo humano o animal. “Ya que entran varios factores en juego que hay que valorar a la hora de preservar producción y calidad”.
En lo que respecta a desafíos, concluyó, Moises Asensio comentó que hay falta de herbicidas autorizados para el control de malas hierbas, “son pocos y es un factor determinante” y que desde 2018 “la PAC prohíbe el uso de fitosanitarios en Superficies de Interés Ecológico, por lo que tendremos que buscar otros métodos de lucha que sean eficaces para su control”
Moisés Asensio de la Cuesta, como técnico asesor de la Empresa LEGUMBRES LUENGO, empresa envasadora de legumbres, animó a todos los agricultores a realizar la siembra de lentejas para impulsar el aumento de superficie y producción de este cultivo, para ello se proporciona la semilla de lenteja para su siembra y se formaliza un contrato de compra de la producción de Lenteja obtenida.
Más información: mascue@hotmail.com
