Una nueva investigación liderada por la Universidad de Washington, muestra los beneficios de las leguminosas de grano para un mejor crecimiento infantil y la salud intestinal
El retraso en el crecimiento es un problema persistente que reduce la evolución física y mental de los niños causado por la mala nutrición, las infecciones repetidas y la estimulación psicosocial inadecuada. Sus impactos son tan perjudiciales que ha sido seleccionado como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y las Metas globales de nutrición de la Organización Mundial de la Salud 2025.
Este estudio muestra que una intervención dietética simple puede ayudar a abordar el problema, ya que se pudo comprobar que la alimentación complementaria con alubia común, tiene efectos positivos sobre la salud intestinal, la absorción de nutrientes y el crecimiento lineal durante la primera infancia.
Financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la investigación abordó el retraso del crecimiento específicamente en los niños africanos rurales jóvenes. Principalmente atribuido a la ingesta dietética inadecuada y la inflamación crónica del intestino delgado durante la primera infancia, se estima que el 35 por ciento de los niños en el África subsahariana rural experimentan retraso en el crecimiento, que tiene consecuencias perjudiciales sobre la vida de un individuo incluyendo reducción rendimiento y un 22 por ciento menos de ingresos de por vida.
En los niños africanos, el retraso en el crecimiento tiende a ocurrir durante las edades críticas de 6 a 15 meses, cuando se introducen alimentos complementarios además de la lactancia y el niño está expuesto a una gran variedad de microbios en el tracto gastrointestinal en proceso de maduración.
Se llevaron a cabo dos ensayos clínicos a largo plazo para determinar si el consumo regular de pequeñas cantidades de alubia común o alubia carilla (4,6-5,2 gramos de proteína y 4-5 gramos de carbohidratos indigeribles por día) como suplemento de harina a una papilla de cereal caliente mejoraría el crecimiento, la inflamación intestinal o alteraría la ecología del microbioma intestinal.
Las tres publicaciones al respecto del equipo de investigación presentan resultados significativos: La adición de alubia carilla a la alimentación complementaria de lactantes dio lugar a un retraso en el crecimiento significativamente menor. Además, los suplementos comunes de alubias blancas a las dietas de los niños de entre 12 y 36 meses de edad redujeron la inflamación y mejoraron la salud intestinal.
Estos importantes hallazgos confirman aún más los beneficios nutricionales conocidos de las legumbres, en la nutrición y la salud: una de las fuentes más importantes de proteínas de origen vegetal para personas de todo el mundo. Alubias, guisantes, lentejas y garbanzos tienen un impacto positivo en las enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las afecciones coronarias.