La rentabilidad del Girasol en la campaña pasada ha sido incuestionable
Finalizó 2021 con buenas sensaciones, veníamos de un año de buenos rendimientos en practicante todos los cultivos de manera casi generalizada en toda España, además los precios de los principales cultivos herbáceos acompañaron con las producciones. El girasol, comenzó como una campaña más, pero con una buena primavera que se transformó en un gran desarrollo vegetativo y en unas altas expectativas de producción que se fueron afianzando para muchos agricultores durante el verano, aunque, con los eventos de calor de la segunda quincena de agosto, muchos de los cultivares más tardíos, así como algunas variedades, sufrieron importantes perdidas debido a los problemas que esto causó en floración y posterior maduración, un hecho del que tampoco se salvó el regadío, puesto que también se produjeron cosechas inferiores a las esperadas.
Comenzó el nuevo año agrícola con unas grandes expectativas debido al precio de venta de la mayor parte de los cultivos herbáceos, con trigo y cebada por encima de 200€/Tm que no pararon de subir durante todo el final del verano y comienzo del otoño. Esto, acompañado de un otoño húmedo hizo que en la mayoría de las explotaciones se tuviera una idea clara de cual era el camino para seguir durante la 21-22, hasta que por diversos motivos, los costes de cultivo se dispararon, fertilizantes, fitosanitarios y combustible van marcando precios realmente complicados para el agricultor. Esto crea lógicamente una gran incertidumbre de cara a la siembra de cereal, debido a que cualquier productor piensa en muchas preguntas de difícil respuesta: ¿Y si en verano el cereal baja de precio con todo lo que han incrementado los costes de producción? ¿y si esta sequia invernal se alarga y afecta claramente a los cultivos de invierno y los rendimientos son bajos? Como todos sabemos el producir a cielo abierto, y las experiencias de años anteriores hacen que estas preguntas tengan mucho peso en las decisiones del agricultor, y como hemos dicho no tenemos una respuesta para estas preguntas, pero si podemos plantear una posible solución que es: el cultivo de girasol.
Sembrar Girasol: apuesta firme en 2022
La rentabilidad del Girasol en la campaña pasada ha sido incuestionable. En la mayoría de las explotaciones, al igual que pasa en el resto de los cultivos, muchas veces los precios de las cosechas no son los que desearíamos y por ello, debemos prestar atención en los costes de producción. El girasol siempre ha destacado por ser un cultivo de bajos inputs, aunque nunca a “renegado de ellos”, aun así, el cultivo de girasol actual puede proporcionarnos unos rendimientos competitivos con unos niveles de costes comedidos, debido en parte a la alta tecnología que nos ofrece este cultivo lo que se traduce en una opción interesante de cara a afrontar una campaña con unos altos costes de producción. Pero al igual que en el resto de los cultivos debemos elegir bien los elementos que influyen en la producción, empezando como no, por las semillas de Girasol. El elegir un hibrido que nos ofrezca un amplio periodo de siembra por su ciclo, un rendimiento medio contrastado y una buena tecnología para el control de las plantas adventicias son unas de las elecciones con más peso en este cultivo. Sin dejar atrás por supuesto, el tener una buena rotación en la explotación, un buen manejo de suelo y conocer cuáles son los niveles de fertilidad de nuestros suelos ya que además en España, país cerealista por antonomasia, el girasol representa una de las mejores alternativas en la rotación para la sostenibilidad del sistema.
Desde Strube, tratamos de ofrecerle al agricultor un compañero de viaje seguro, rentable, y sostenible. Realizamos ensayos de campo de tipo estadístico, con micro parcelas, a nivel de bandas cortas con agricultores, y parcelas de agricultores colaboradores en mas de 30 localidades de la geografía española teniendo un conocimiento total del comportamiento de los híbridos en función de la zona agroclimática, el suelo y las diferentes condiciones ambientales que se le pueden presentar al cliente en su explotación.
Desde Strube España, conscientes de los múltiples retos que se nos presentan esta campaña, presentamos un portfolio completo de variedades ofreciendo el hibrido que mas se adapte a las necesidades de explotación y al enfoque comercial de la producción haciendo una recomendación en base a datos recopilando durante varias campañas en las zonas más representativas de producción en todos los segmentos, ya sea Linoleico y alto oleico con todas las tecnologías de control de hierba en cultivo disponibles.
SULFO STRUBE: híbridos para la mejor tecnología en Girasol.
La filosofía de STRUBE siempre ha sido el apostar por las nuevas tecnologías que suponen un beneficio claro para el agricultor, Por ello, al igual que en su momento se hizo con las novedades que introdujo en el sector remolachero con nuestras semillas, hoy lo hace con la semilla de girasol. Desde 2012, llevamos apostando firmemente por la tecnología SULFO en girasol, y fruto de todo el trabajo realizado, contamos con una paleta completa en este segmento, que permiten utilizar esta tecnología en cualquier situación y explotación de España
FAUSTO ST, la variedad todoterreno de STRUBE, puede rentabilizar nuestro cultivo en condiciones difíciles.
CELSO ST, es la última variedad que se incorporó y podemos presentarla como la variedad de ciclo más corto del mercado en este segmento, con resistencia hasta la raza F de Jopo, pudiendo sembrarse desde las fechas normales hasta las más tardías, incluyendo segunda cosecha en regadío.
Autor: Antonio J. Iniesta Martínez. Responsable de girasol de Strube en España.
