La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ofrece el apoyo del Gobierno autonómico a un sector clave para la Comunidad, que concentra un tercio de la producción de carne de ovino de España. La Junta ha concedido ayudas por valor de 24,6 millones en las últimas cinco convocatorias para la incorporación de 413 jóvenes al sector ovino-caprino.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, ha mostrado hoy el apoyo de la Junta al lechazo de calidad de Castilla y León, “un producto singular y emblemático de nuestra gastronomía que se ha convertido, por su historia, en patrimonio y símbolo de la Comunidad”.
González Corral, que ha visitado hoy una explotación de ovino en Villerías de Campos, en Palencia, junto al presidente de la IGP Lechazo de Castilla y León, José Luis Fraile, y el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ovino de Raza Churra (ANCHE), Mariano Paramio, ha defendido que se trata “de un producto único, cuyas propiedades nutritivas y organolépticas singulares lo hacen interesante para su consumo durante todo el año, no solo en las fiestas navideñas, que también”.
El sector del ovino es fundamental en Castilla y León, segunda comunidad con mayor número de animales, con 2,27 millones de cabezas (el 16 % del total), y que concentra un tercio de toda la producción de carne de ovino de España. Por ello, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural también ha hecho un reconocimiento al trabajo esencial de los ganaderos, “que cuentan con el apoyo de la Junta para mejorar su competitividad y hacer sus explotaciones más rentables”. Un mensaje de gratitud que la consejera ha hecho extensivo a las entidades del sector, entre ellas la restauración, “con una mención especial a los maestros asadores”.
Medidas de apoyo al sector
Entre las medidas de apoyo al sector se encuentra el impulso a la mesa de precios del lechazo de Castilla y León, la lonja de referencia reconocida por la Junta, que cuenta con apoyo financiero para su gestión, y la formación del personal técnico. La mesa cotiza cuatro tipos de productos: lechazo IGP, lechazo Tierra de Sabor, lechazo 10-12 kg para sacrifico y lechal 12-16 kg para cebar, “convirtiéndose en una herramienta que promueve el equilibrio de la cadena agroalimentaria, algo fundamental para apoyar a los productores”.
Otra de las líneas de trabajo de la Junta de Castilla y León para impulsar el sector consiste en favorecer el relevo generacional, a través de las ayudas directas para la incorporación de jóvenes. En concreto, la Consejería ha concedido en las últimas cinco convocatorias ayudas por valor de 24,6 millones de euros a 413 jóvenes para su primera instalación en el sector del ovino caprino.
La vitola roja, la clave
Como se ha destacado durante la jornada, es fundamental que el consumidor conozca las bondades de este producto y sepa apreciar el valor añadido que tiene el lechazo de la IGP de Castilla y León, procedente de las razas autóctonas churra, castellana y ojalada.
Entre sus características principales destacan su alimentación exclusivamente a partir de la leche materna y un peso de la canal de hasta 7 kg, con un periodo de comercialización de la carne de 8 días desde el sacrificio. Además, todos ellos llevan una vitola de color rojo con el logotipo de la IGP y el corazón amarillo de Tierra de Sabor en cada extremidad, distintivo que se mantienen durante el asado, de tal forma que el consumidor pueda identificar el producto en todo momento.
“Es importante que el consumidor conozca las bondades de este producto y sepa apreciar el valor añadido que tiene el lechazo procedente de las razas seleccionadas que se explotan en régimen extensivo y que tienen una plena integración con el entorno rural en el que se producen”, ha declarado la consejera.
Aumento del lechazo IGP desde 2019
Castilla y León concentra un tercio de la producción de carne de ovino de España, con el 89 % de los animales sacrificados incluidos en la categoría de corderos. En el caso concreto de los lechazos de la IGP de Castilla y León, en 2023 se sacrificaron 273.858 animales, la cifra más alta desde 2019, con un valor comercial de 10,4 millones de euros.
De los 2,27 millones de animales que figuran en el censo ovino de Castilla y León, las razas autóctonas representan el 7,3 % del total. En este sentido, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural convoca anualmente ayudas destinadas al fomento de la cría e inscripción de ejemplares de razas puras de Castilla y León en los libros genealógicos con la que se incentiva la inscripción en el registro definitivo de reproductores.