Híbridos resistentes a mildiu-oidio: la apuesta por la sostenibilidad y el respeto mediambiental de VCR
VCR, fiel a su compromiso de proporcionar los mejores materiales vitícolas al sector manteniendo el respeto medio ambiental, colabora desde hace años con la universidad de Udine y otras empresas europeas en la obtención de nuevos híbridos resistentes a mildiu y oidio. Los resultados están ya disponibles, y son 13 nuevas variedades blancas y tintas que se están plantando ya en Italia de modo comercial. En España se están realizando ya diferentes ensayos y se espera su registro a lo largo de este año 2016, para poder a continuación difundirse su plantación de manera extensa a lo largo de toda la península. Estas nuevas variedades permitirán, a buen seguro, aumentar la rentabilidad del viticultor, respetando más el medio ambiente y diversificando el abanico de variedades y vinos actuales.
- ORIGEN DE LOS HÍBRIDOS Y SU USO EN VITICULTURA
En el siglo XIX, debido al transporte de cultivares de variedades tanto americanas como europeas entre América y Europa, tres enfermedades de origen americano, el Oídio (Erysiphe necátor), el Mildiu (Plasmapora viticola) y la Filoxera (Dactolosphaera vitifoliae), se introdujeron en Europa y provocaron grandes pérdidas en el sector vitícola, especialmente la filoxera.
Tras la aparición de estas enfermedades se observó que especies de vitis americana como V. rupestris, V. riparia y V. aestivalis, no se veían afectadas al ataque de dichas enfermedades. Se desarrollaron híbridos interespecíficos entre especies de vid americana y Vitis vinífera L., llamados Híbridos Productores Directos (HPDs) o franceses-americanos, llegando a implantarse en regiones francesas por su capacidad de resistencia a dichas enfermedades y por ser altamente productivos, a pesar de no dar vinos de la calidad enológica deseada. Debido a la saturación de los mercados y los aromas varietales no tradicionales que producían, se llegó a la prohibición de la comercialización y plantación de dichos híbridos.
En paralelo, buscando resistencia frente a la filoxera, se desarrollaba el uso de portainjertos que permitían seguir cultivando las variedades V. vinífera L. sobre la parte radicular de especies americanas, con la correspondiente resistencia al ataque de la misma. Los primeros portainjertos fueron únicamente de una especie americana pero se empezaron a desarrollar cruces interespecificos para la obtención de portainjertos con mayores posibilidades de adaptación frente a limitaciones de suelo, presentando diferentes características culturales. Las principales variedades para la obtención de estos portainjertos han sido V. berlandieri , V. riparia y V. rupestris.
Tras las prohibiciones de los híbridos franceses-americanos, en países como Alemania se siguió avanzando en el desarrollo de híbridos para la mejora de los vinos llegando a obtener variedades con cualidades enológicas iguales o superiores a cultivares de V.vinifera L. como la “Orion”, “Phoenix” y la “Regent”. Incluso tal fue la importancia de los híbridos que en el norte de América, donde no hubo prohibiciones, se llegó a crear en New York un centro experimental desarrollando una importante colección de híbridos, implantándose el cultivo de híbridos franceses-americanos debido a la imposibilidad de adaptación de variedades tradicionales francesas al ser zonas de cultivo con condiciones climáticas extremas.
Son varios los momentos a lo largo de la historia de la viticultura moderna en los que los mejoradores han planteado esta cuestión. Con ese objeto es a finales del siglo XX y comienzos del XXI, se intensifica el desarrollo de hibridaciones mediante retrocruzamientos en el intento de obtener variedades resistentes a diversos patógenos que aquejan a la viticultura.
- ASPECTOS LEGALES EN MATERIA MEDIOAMBIENTAL
La directiva 2009/128 establece en su artículo 14 las normas de juego para la utilización de fitosanitarios de modo sostenible, con la reducción de su uso como aspecto fundamental. Desde el 1 de enero de 2014 el productor profesional debe tener en cuenta las disposiciones establecidas en el RD 1311/2012, en cuyo anexo I quedan reflejados los principios generales de la gestión integrada de plagas. En dicho anexo se indica que la prevención de plagas debe lograrse o propiciarse, entre otros medios, mediante la utilización, cuando proceda, de variedades resistentes o tolerantes debidamente normalizadas.
Sin detenernos en vicisitudes reglamentarias, en la actualidad el desarrollo de la utilización de pesticidas ha permitido el control de las enfermedades más graves en el cultivo de la viña, y es previsible que dicha circunstancia en un futuro vaya a seguir siendo así. Ahora bien, considerando que la utilización masiva de productos químicos se percibe como negativa en relación a su posible influencia sobre los aplicadores y sobre el medio ambiente; reconocido como cierto el desarrollo de resistencias a algunas materias activas en situaciones de cultivo concretas, y teniendo en cuenta que en una situación de competencia severa, como la actual, un aspecto que cada día toma más relevancia como imagen de bodegas es la comercialización de vinos sin residuos o “residuo cero”, es posible plantear la siguiente cuestión: ¿Cuáles son los factores que van a determinar la elección de vinífera para la producción de uva de vinificación en un futuro? Sin lugar a dudas, la utilización de viníferas con mayor tolerancia a enfermedades, se perfila, en las situaciones en las que los pliegos de condiciones de las Denominaciones de Origen lo permitan, en un factor con peso específico a considerar.
Desde el punto de vista del material vitícola, la mayor resistencia teórica a las principales enfermedades, sobre todo mildiu y oidio, puede afrontarse desde dos vías:
- La utilización de lo que se ha denominado por diversos autores como selección conservativa de variedades locales o viñedos población. Consiste en hacer uso de variedades y/o subvariedades que resultan más tolerantes a las enfermedades, por estar mejor adaptadas al entorno próximo donde se cultivan. La utilización de variedades con cierta tolerancia a va a tener como finalidad última encontrar el tipo propio de planta para cada situación concreta, que manteniendo los valores de productividad exigidos por el productor, sea capaz de soportar una actividad económica satisfactoria y de paso cumplir lo reglamentado en la Directiva 2009/128.
- La utilización de variedades resistentes que surgen de los programas de mejora de material vitícola a partir de la selección de individuos genéticamente dotados de cierta tolerancia a enfermedades criptogámicas. Esta vía no es nueva.
En este segundo caso, el obtentor de estas nuevas variedades es el garante de la tolerancia presupuesta, si bien las condiciones ambientales culturales y como consecuencia de estas la presión de los patógenos, son distintas en función de las comarcas, por lo que se identifica imprescindible validar experimentalmente el comportamiento de dichos materiales en ámbitos locales y evaluar la reducción de fitosanitarios en cada situación con anterioridad a su distribución masiva.
- PRIMEROS CAMPOS EXPERIMENTALES EN ESPAÑA: VIÑAS DEL VERO (SOMONTANO) E INTIA (NAVARRA)
A.- Viñas del Vero
Los objetivos del campo son:
- Testar los perfiles organolépticos de la producción de estas variedades en los diversos ámbitos geográficos mundiales en los que se desarrolla el cultivo de la vid.
- Estudiar la adaptación agronómica a los diversos climas vitícolas habituales.
- Comprobar la verdadera resistencia inherente del material, no ya a nivel laboratorio, sino en condiciones reales de cultivo.
- Verificar la estabilidad del material vegetal y su resistencia en el tiempo a presiones de enfermedad crecientes.
El campo experimental consta de 75 plantas de Sauvignon Kretos sobre SO4 situadas junto a una parcela comercial de sauvignon clon 376, que servirá como testigo. “Entendemos que es necesario realizar el experimento bajo las mismas condiciones de cultivo. Además van a ser unas condiciones exigentes en rendimientos y se forzarán algunos aspectos de manejo (riego, hierba, canopy) para evaluar realmente la resistencia de los cultivares experimentales”, afirma José María Ayuso, Director Técnico.
El seguimiento del ensayo se planteará en varias etapas:
- Adaptación de los cultivares al medio climático-edáfico.
En este apartado se observará la implantación (viabilidad tras plantación), el crecimiento, vigor (índice de Ravaz), fertilidad, rendimiento por unidad de superficie, fechas para cada estado fenológico. Resistencia a sequías, a heladas. Respuesta a riego y a la fertirrigación.
- Datos técnico-agronómicos.
Se medirá el nº de racimos, longitud del raquis, nº de bayas, peso de racimo, peso de 100 bayas, compacidad de racimo.
Se verá la adaptación a diversos sistemas de poda.
Se registrará la fecha de vendimia y se realizará una analítica de la uva en la fecha de vendimia: grado probable, grado brix, pH, acidez total, actividad lacasa, nitrógeno fácilmente asimilable.
- Resistencia a enfermedades.
Específicamente mildiu, oidio y botritis. Los cultivares experimentales van a estar fuera del programa de aplicación de fitosanitarios, frente a los testigos, a los cuales se aplicará el programa definido para la variedad por Viñas del Vero cada año en función de las condiciones climáticas. En todo caso se registrará las fechas de los primeros síntomas, su intensidad, su afección a tallos, hojas, racimos y sarmientos. En caso de necesidad se procedería a aplicar algún fungicida, que disminuyese la afección y controlase la enfermedad.
- Análisis químico del vino producido.
Tras microvinificaciones específicas de los 200 kg de uva cultivados procedentes de las uvas experimentales se determinará su grado, acidez total, pH, acidez volátil, málico, sulfuroso libre, contenido en metanol.
- Análisis organoléptico de los vinos producidos.
En esta fase, crítica, se definirá el perfil sensorial de los vinos obtenidos y si su nivel cualitativo permitiría su inclusión como variedad vinificable.
El desarrollo del proyecto se va a implementar en un plazo de 5 años. Desde 2015 año de la plantación hasta 2020. Los dos primeros a nivel campo y a partir del tercero con datos de uva y vino.
B.- Campo de ensayo INTIA:
El ensayo experimental comenzó en 2015. Se plantaron unas cepas de SAUVIGNON KRETOS injertadas sobre SO4 y otras de CABERNET EIDOS sobre R110. Actualmente están en fase de formación. Todas las cepas con buenos crecimientos y sin ninguna falta. 50 cepas están ubicadas en la parcela de Baretón en Olite, y 25 en el Norte de Navarra, en concreto en el Valle de Baztán. En Olite, el ensayo pretende validar más el aspecto cualitativo, y para su ubicación se eligió una parcela cuyo riesgo de oidio y mildiu puede considerarse como bajo. En la misma el sistema de cultivo es residuo cero (es decir sin aplicación de fitosanitarios). En 2015 no se efectuó por tanto ningún tratamiento y no se apreciaron síntomas de mildiu u oidio. En Baztán sí que se trataron con cobre durante el verano. Hay que considerar que la de Baztán es una comarca con muy alta presión de mildiu y oidio, con una media histórica pluviométrica que se sitúa en torno a los 1500 litros al año. Durante este primer año tampoco se han observado síntomas de enfermedad.
La segunda fase experimental ha comenzado en 2016, con una pequeña plantación de la variedad Soreli injertada sobre SO4. En la parcela de Olite se han plantado 50 cepas (26 de abril). En Baztán se han plantado 25 cepas (4 de mayo). Su comportamiento irá observándose a lo largo del año.
- Interés agronómico
En la actualidad las líneas de investigación en el campo de la hibridación interespecifica se centran en la obtención de variedades resistentes, parcial o total, al Oídio (Erysiphe necátor) y al Mildiu (Plasmapora viticola) manteniendo las características enológica de los cultivares de Vitis vinifera L.
La posibilidad de cultivar variedades híbridas manteniendo la tipicidad de los vinos de variedades viniferas, permitirá reducir las aplicaciones de productos fitosanitarios frente al Oídio (Erysiphe necátor) y al Mildiu (Plasmapora viticola), incluso llegar a que no sea necesario realizar ninguna aplicación dependiendo de la zona de cultivo y el nivel de resistencia del híbrido. Como por ejemplo la variedad “Regent”, variedad híbrida cultivada en Alemania, la cual no es totalmente inmune al mildiu pero sí que permite reducir en un 80% los tratamientos fitosanitarios. Por lo tanto se puede llegar a una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, a una gestión de cultivo sostenible: con menor emisión de CO2, menor contaminación por materias activas, con ahorro de costes de cultivo por un menor consumo de insumos, y todo ello con una mejora considerable en las condiciones de los técnicos que realizan los tratamientos.
Existen otras características de los híbridos, como las de los híbridos productores directos (HPD´s), que son interesantes frente a pérdidas de producción debidas a heladas primaverales tardías o incluso frente a condiciones invernales extremas que pueden llegar a dañar partes renovables de la planta ocasionando incluso la muerte de la misma. Dichas características son la capacidad de brotación y mayor fertilidad de sus yemas basales en comparación con las variedades viníferas; o la resistencia de los tejidos de las plantas híbridas a las temperaturas extremas invernales permitiendo adaptarse por tanto a regiones de clima frio. Como ejemplo variedades como la “Seybal blanc” que se cultiva en zonas frías donde se alcanzan temperaturas extremas, menores de -20º C, y en cuyas condiciones las variedades viníferas no son capaces de sobrevivir.
- INTERÉS ENOLÓGICO (Juan Antonio Blanco, Enólogo)
Cuando uno se dispone a catar variedades híbridas se espera un marcado sabor salvaje «foxy» (metil antrianilato) y un elevado aroma a confitura de fresa (furaneol). Sin embargo, en la cata que realizamos de diferentes variedades híbridas en el centro experimental CASA 40 no aparecieron esas características organolépticas negativas, ni en las blancas (Fleurtai, Soreli, Sauvignon nepis, Sauvignon Rytos) ni en las tintas (Merlot Kanthus, Merlot Khorus, Cabernet Eidos, Cabernet Volos y Julius), ya que ambas moléculas se encuentran muy por debajo del umbral de percepción. En dicha degustación, las variedades híbridas conservan las características sensoriales de las viníferas y no son comparables con las antiguas variedades híbridas. Conviene comentar también, que los contenidos de alcohol metílico en estas variedades son muy inferiores en relación con los niveles máximos permitidos por la UE.