La Asociación Vallisoletana de Agricultura de Conservación, AVAC, celebró su tradicional jornada de invierno.
En primer lugar, intervino Eusebio Miguel Antolín, experto en agricultura de precisión que hablo sobre “La agricultura de precisión asistida por mapeos proporcionados por archivos de cosecha y por el programa SATIVUM”
Este agricultor Palentino compartió su experiencia con la tecnología de agricultura de precisión, “que nos permite ajustar los insumos (fertilizantes, semillas) a cada tipo de terreno de una parcela, en función de su potencial productivo”. Este es un resumen de lo más importante:
Comencé mi presentación con un breve repaso de mis comienzos en la profesión de la agricultura, siempre con un principio básico: “es fundamental observar lo que nos rodea”.
A principios de la década de los 80, en mi juventud, los buenos agricultores a los que acompañaba (Goyo Valderrama, José Martín Fuentes, Manuel Nieto Quintero) ya hacían agricultura de precisión a nivel de parcela. Éstos tenían un profundo conocimiento de sus parcelas. En esa época, el precio del abono era 1 a 4 respecto al cereal, no 4 a 1 como es actualmente. El potencial de rendimiento máximo era 2-2,5 t/ha, y su empleo de mayor abono y más semillas en las zonas más productivas se justificaba con esta frase: “La tierra te lo paga”
Desde entonces, para llegar a la situación actual, hemos tenido una evolución natural, con cambios y adaptación continua.
Los primeros cambios llegan en el año 1991: ese año compramos una grada de discos de segunda mano marca Halcón, de Jaén. Así, a principios de los años 90, comenzamos con el mínimo laboreo, una labor de grada superficial, abonado en superficie y posterior siembra con un cultivador incorporado a la sembradora, con esto realizábamos la siembra con la mitad de tiempo y labores.
Junto con el mínimo laboreo ya teníamos en la explotación la rotación de cultivos “PURA”, la damos este nombre, pues la expresión“rotación de cultivos” en la mayor parte de sus usos esta desvirtuada.
Posteriormente, en el año 1996 adquirimos la cosechadora con picador “trillo”, y en ese momento, y sin saberlo, ya estábamos practicando la “Economía Circular”. Dejar los restos de cosecha en el suelo, es una práctica excelente en la agronomía, pues gracias a ello podemos pasar de tener una materia orgánica de 0,4% a, transcurridos varios quinquenios, alcanzar más de 2,5-3%.
En ese mismo año (1996) ya van apareciendo los primeros ordenadores en los tractores, aunque bien es cierto que nuestros primeros contactos con éstos datan del año 1991 (Datatronic, de Massey Ferguson), Esos ordenadores simples, nos daban información tales como la superficie trabajada, hectáreas trabajadas por hora, control de deslizamiento, control de consumo… etc. Estos son los comienzos de la agricultura inteligente.
Por fin, en el año 1998 empezamos a hacer siembra directa con una maquina alquilada John Deere de 3 metros de ancho de trabajo. Fue una prueba que nos dio pie a cambiar el mínimo laboreo por la siembra directa, ese año lo vimos claro.
En el año 2000 compramos la sembradora de siembra directa Kuhn de discos, y seguimos observando la buena evolución de nuestros cultivos.
En el año 2015 pasamos a trasformar la primera máquina de nuestra explotación con los implementos de la agricultura de precisión, con el primer objetivo de generar datos de rendimientos, analizar y comenzar a tener alguna conclusión. La empresa AGROSAT (Sevilla) hizo la instalación de los equipos electrónicos.
Ese mismo año contacté con una persona que siempre tendré muy presente, pues sin él seguramente yo no estaría en el camino y recorrido correcto, en esto que ya él llamaba “agricultura avanzada”. Se trata de Francisco Javier Jiménez, de Carmona (Sevilla), una buena persona y mejor profesional, un apasionado de las nuevas tecnologías, con el que comenzamos a hacer mapas de prescripción. En esa época -para mi maravillosa- empezamos a intercambiar los primeros mapas de cosecha y él elaboraba los mapas de prescripción y yo los llevaba a pruebas de campo. Lo primero que hicimos fue tomar muestras de suelo en las diferentes zonas por rendimientos obtenidos. Una vez tuvimos los resultados, confirmaron nuestras sospechas, estábamos dando a el suelo (semillas, abono… etc.), lo mismo en las zonas de 3 toneladas que en las zonas de 1 tonelada. Ahí comenzó la implantación de la agricultura de precisión en mi explotación.
En 2017, nos cruzamos por el camino con técnicos de SOVENA (Agustín Murillo-Miguel Gutiérrez) y comenzamos a estudiar detenidamente el cultivo del girasol con la agricultura de precisión. Proseguimos con el grupo operativo OLEOPRECISION, en el que esa empresa colabora con ITACYL como centro tecnológico.
También hemos colaborado con otras empresas tecnológicas como AGRODRONE -actualmente Greenfield Technologies-, AGRISAT IBERIA, AGROSAT, JMAP Agricultura de precisión, y hoy en día seguimos colaborando con todos ellos. Esta colaboración con distintos equipos en tecnologías aún incipientes, nos ha permitido aprender mucho y conocer más a fondo todas estas técnicas que configuran la agricultura de precisión.
Ahora y aquí ya tenemos un modelo de agricultura y las herramientas precisas para llevar a buen puerto la agricultura del futuro.
En la jornada, profundizamos en la agricultura de precisión en cuanto a su ciclo: Adquisición de datos-> análisis-> planificación de operaciones-> ejecución de las tereas.
Aprovechamos también para despertar la capacidad crítica de los asistentes, comparando distintos archivos de una misma finca: archivos de cosecha, mapa de rendimientos, mapa obtenido por geo radar (que mide la conductividad eléctrica aparente) y las prescripciones que nos elabora la aplicación Sativum (elaborada por ITACYL) con mapas generados por índice NDVI.
Pudimos ver que lo primero para el manejo de todos estos datos es, como comentamos anteriormente, tener un profundo conocimiento de nuestras fincas, pues nos evitará tener grandes fracasos agronómicos y económicos, como hemos demostrado cruzando los tres diferentes mapas. Siempre es necesario analizar la información disponible y excluir lo que no encontremos ajustado a la realidad, pues en esta materia no hay grandes realidades escritas en piedra, a modo de palabra de Dios. Debemos valorar los datos obtenidos en función de nuestro conocimiento de las parcelas.
Pasamos a generar mapas con la aplicación Sativum. Con dicha aplicación hacemos pruebas de ajustes de semillas y de abonados de cobertera, y es en este último caso donde hacemos una demostración práctica, por la época del año en la que nos encontramos. Usando la aplicación Sativum, generamos un mapa de prescripción donde damos una dosis fija de 300 kg por hectárea, comparada con una dosis variable, aumentando la dosis en la zona de mayor producción y disminuyendo en la zona de baja producción, con un ahorro en abono N26% de 700kg. El resultado final fue de un ahorro de 240 EUROS, en una finca de TRECE hectáreas.
Con ese mismo mapa de prescripción pudimos realizar una siembra variable en vivo y en directo en la sala, gracias al equipo simulado que nos ofreció el SOLA GRUPO (fabricante español de maquinaria agrícola). Con él pudimos hacer una siembra variable virtual a 60 kilómetros de distancia, con las coordenadas GPS y el equipo de SOLA GRUPO. No quiero acabar sin agradecer a Teodoro Meneses y a Alfredo de la Fuente, de dicha empresa, por su colaboración y entrega en este tipo de eventos.
A continuación, intervino José Alfonso Mantas, de la empresa “eAgronom” que explicó la “Disponibilidad de primas para la retención de carbono en la Agricultura de Conservación”. Mantas comentó esta empresa ayuda a los agricultores a generar fuentes de ingresos adicionales, mejorar la calidad del suelo y acceder a una mejor financiación, a través de su “Programa de Carbono”.
La jornada se cerró con la participación de Virginia de Syngenta que habló de Ratrón, un método autorizado y eficaz para el control de Topillo Campesino. Ratron®GL es una innovadora solución para el control de topillos en fincas de cereal, presentándose en forma de pequeñas lentejas cuya materia activa, el fosfuro de zinc (8g/kg), actúa rápidamente en la lucha frente a estos pequeños roedores. Ratron®GL se presenta con un aplicador especial, denominado Appli-Gun®, que facilita la aplicación de las lentejas del producto en el campo de forma segura y eficaz. Además, Ratron®GL no genera polvo y es resistente a la lluvia y los mohos.