“Buscamos que las explotaciones de nuestros socios sean explotaciones de futuro”
José María Zarandieta (Madrid 1967) es Ingeniero Agrónomo y Executive MBA por el Instituto de Empresa. Lleva toda su vida profesional vinculada al sector del azúcar y la alimentación donde comenzó a trabajar en el año 1992.
¿Qué balance nos puede hacer a nivel agronómico de la campaña pasada recién finalizada?
Agronómicamente ha sido una campaña satisfactoria, los rendimientos alcanzados han superado las 106 t./Ha. lo cual es muy positivo pensando en las difíciles condiciones climatológicas de la sementera, que hizo que la fecha media de siembra sufriera casi un mes de retraso en relación con lo que es habitual en la zona Norte.
Esta va a ser la primera campaña sin cuotas de azúcar a nivel comunitario, tenemos la mala experiencia del fin de las cuotas en el sector lácteo, que ha supuesto el abandono para muchos productores. ¿Cabe esperar una situación similar en el sector remolachero o no va tener nada que ver?
Son sectores diferentes y con condicionantes muy distintos. En principio, somos optimistas. Es verdad que la liberalización nos va a someter a una mayor volatilidad de los mercados, pero también es cierto que al desaparecer las cuotas, va a haber más posibilidades de acceso al mercado internacional, y éste está con unos precios soportados por un equilibrio entre oferta y demanda, especialmente con una demanda que crece de media un 2% anual de forma sostenida. Esto nos hace pensar que no vamos a sufrir un nuevo desplome de los precios, al menos en el muy corto plazo.
¿Prevén un aumento de la superficie o creen que las tierras dedicadas a este cultivo se mantendrán estables o bajarán ¿Qué previsiones barajan?
Esperamos que nuestros cultivadores aumenten su superficie en el 20% que hubo que recortar tras la enorme producción que recibimos hace dos campañas. Suplementariamente, al desaparecer las cuotas, nuestros socios van a tener la oportunidad de traer toda su producción a su Cooperativa, como vienen demandando históricamente. Somos optimistas de cara al año próximo. Como objetivo nos hemos propuesto alcanzar las 160.000 t. de azúcar en la 17/18 y las 180.000 t. en tres años. Traducido a remolacha tipo, 1.150.000 t. el próximo año 1.250.000 t. el siguiente.
“Entregar la producción en la cooperativa es la opción que más protege el patrimonio del socio”
¿Este nuevo escenario sin cuotas, que oportunidades va traer para el agricultor?
Para nuestro Socio, desde luego, la mayor oportunidad es la de entregar su producción en la cooperativa, que sin duda es la opción que más protege su patrimonio.
¿El Plan de apoyo de ACOR para que sus socios apuesten por las energías renovables en su explotación es una demostración más del compromiso firme y de futuro de la cooperativa con la remolacha?
Efectivamente. En ACOR nos preocupamos por proporcionar al socio todas las herramientas tecnológicas a nuestro alcance para mejorar sus rendimientos y reducir sus costes. Sin duda, las Energías Renovables han alcanzado la madurez suficiente para incorporarlas a las explotaciones con costes de riego medios o elevados. Desde ACOR creemos que es el momento de apostar por ellas. Buscamos que las explotaciones de nuestros socios sean explotaciones de futuro.
¿Qué les diría a aquellos agricultores que se están pensando ahora mismo este cambio para regar con energía fotovoltaica y/o fotovoltaica + eólica y que todavía no terminan de decidirse?
Pues les diría que hagan los números. Cada agricultor es el que mejor conoce los datos de su explotación, sus costes. En el servicio de cultivos de ACOR les pueden informar sobre las características de este tipo de inversiones, su coste y sus retornos, y en función de ellos, el agricultor podrá evaluar si la inversión le resulta rentable. Pero, lo fundamental, es no dejar de estudiar la viabilidad de la inversión.
Este año ACOR ha vuelto a sus números positivos. ¿Cuál han sido los principales motivos de recuperar en tan solo un año el saldo positivo para la Cooperativa?
Han sido varios los factores, pero los tres fundamentales son el retorno del apoyo institucional a la remolacha con la ayuda nacional y la ayuda autonómica a través del PDR (Plan de Desarrollo Regional), otro factor ha sido el esfuerzo muy importante de contención de costes realizado, al que también nos ha ayudado la reducción del precio del gas y por último el buen resultado de las últimas inversiones llevadas a cabo, estoy pensando fundamentalmente en el rendimiento que estamos obteniendo del nuevo difusor.
La industria azucarera ha hecho importantes reestructuraciones y acuerdos, también ACOR con el grupo TEREOS. ¿Puede una cooperativa como ACOR, mantener su independencia, o finalmente será absorbida por TEREOS o cualquier otro grupo azucarero?
Somos una cooperativa independiente y lo seguiremos siendo. El acuerdo con Tereos es un acuerdo muy positivo que nos permite, a los dos socios, obtener sinergias estupendas. Pero dicho esto, ambos mantenemos nuestra autonomía en la toma de decisiones y nos sentimos muy cómodos con el enfoque actual de la colaboración.
Las relaciones entre ACOR y Azucarera siempre han tenido sus altibajos, en estos momentos de cierta incertidumbre parece necesario más que nunca diálogo, actuaciones conjuntas y un sector unido ¿Cómo son actualmente estas relaciones?
Las relaciones actuales son cordiales, somos competidores honestos, duros, el mercado está muy difícil, pero también hay puntos donde colaboramos, a través de la Asociación General de Fabricantes de Azúcar, especialmente en todo lo relacionado con el Azúcar como alimento,…,etc., y siempre con el máximo respeto a las reglas de la libre competencia.
ACOR tiene intención de aumentar considerablemente su contratación ¿Este aumento va a ser a costa de los remolacheros de Azucarera, o piensan buscar nuevas zonas y nuevos agricultores?
ACOR tiene la intención de aumentar su contratación a través de sus socios. Estos son los que van a soportar el incremento del volumen de remolacha. Lo que se abre es, como decía antes, la oportunidad de que nuestros socios entreguen su remolacha en su cooperativa. No necesitamos colonizar zonas nuevas.
Muchos socios han cuestionado las grandes inversiones de la cooperativa, especialmente la planta de biodiesel ¿Ahora que han pasado unos años y tenemos otra perspectiva le parecen justas esas críticas?
El proyecto de la planta de biodiesel se diseñó para ejercer un papel estratégico y vertebrador en la filosofía de garantizar a los socios una rotación de cultivos estable, rentable y segura, a lo que hay que añadir que, tras muchos años de actividad, la planta de extracción de aceites, ha cumplido con su objetivo sin generar quebranto económico alguno, tal y como estaba previsto. Sin lugar a dudas, la decisión que se tomó en su día fue un acierto.
“Las Energías Renovables han alcanzado la madurez suficiente para incorporarlas a las explotaciones”
Lentamente ya se comienza a hablar de la nueva PAC. ¿Esperan que se mantengan en el siguiente periodo PAC las ayudas acopladas al cultivo?
Desde la Cooperativa creemos que es fundamental el apoyo institucional. Sin él, el cultivo desaparecería, y hay que tener en cuenta que la remolacha ejerce un papel dinamizador de la actividad económica en el ámbito rural de la región, cuyos retornos económicos y sociales, superan con creces el impacto que este apoyo tiene en los presupuestos públicos. No pedimos que este apoyo se eternice en el tiempo, pero sí que es necesario hasta que de verdad, el mercado azucarero sea transparente y justo y deje de estar mediatizado y controlado por países que manipulan los precios. Si no se apoya, una vez desaparezca la industria, no hay vuelta atrás.
Ustedes junto con todo el sector y la Consejería de agricultura se han unido contra el “impuesto dulce que pretende aplicar el ministro Montoro. ¿Qué puede suponer este impuesto para el sector azucarero y remolachero? ¿Hay alguna novedad al respecto desde el envío del manifiesto?
Este impuesto es por descontado muy perjudicial para el sector. Se está confundiendo el tocino con la velocidad. Con el objetivo de incrementar la recaudación de impuestos, lo que se hace es poner en duda la bondad de un producto natural que, consumido de forma responsable, no solo no es perjudicial para la salud, sino todo lo contrario. Ahora se trata de un impuesto a las bebidas azucaradas, mañana será a cualquier otro producto que contenga azúcar. Y, no se puede olvidar, que el sector acaba de hacer unos sacrificios tremendos tras acometer una reestructuración que ha supuesto el desmantelamiento del 50% del tejido productivo existente. Esto es un obstáculo más, y todo tiene un límite.
¿El presumible aumento del precio del azúcar que vaticinan los expertos para este año, puede repercutir positivamente en el precio de la remolacha?
Es cierto que el precio del azúcar se ha incrementado en los últimos meses, y por descontado, este factor es crítico en la rentabilidad de las empresas azucareras. Si los precios se mantienen en niveles aceptables, tan pronto se pueda, volveremos a repartir retornos cooperativos al socio.
