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Entrevista a María González Corral, Consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León

Usted tomo posesión de la titularidad en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural el pasado mes de agosto. A la hora de configurar su equipo, ha mantenido algunos cargos del anterior consejero y también ha incorporado personas que la acompañaban en su anterior etapa como consejera de Movilidad y transformación Digital. ¿Qué valor aporta esta conjunción de experiencia y confianza?

Siento que la confianza mostrada por el presidente Alfonso Fernández Mañueco para dirigir la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha supuesto un regreso a la que considero mi casa. Tras una experiencia en la empresa privada, en 2007 me incorporé al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León como técnico especialista en presas, balsas, e infraestructuras hidráulicas y, en 2019, asumí la dirección de Desarrollo Rural. Por tanto, mi vida profesional está ligada a esta Consejería. En todos estos años he conocido a buenos profesionales que ahora tengo el placer de que me acompañen en esta etapa formando un gran equipo con experiencia, profesionalidad y capacidad de trabajo para afrontar los desafíos que tenemos por delante.

¿Esto le está ayudando a conseguir una rápida adaptación al cargo y sobre todo a optimizar su trabajo?

Efectivamente, los desafíos de la Consejería no me son ajenos. Llevo años trabajando con el sector para desarrollar proyectos que contribuyen a mejorar su competitividad, tanto en el ámbito del regadío, algo absolutamente esencial para el futuro de nuestra agricultura, como en iniciativas de desarrollo rural ligadas al futuro de nuestro medio rural. Considero que hemos logrado armar un buen equipo directivo con amplia experiencia que tiene claras las prioridades y necesidades del sector, lo que nos ha permitido ponernos a trabajar de manera eficaz desde el primer minuto.

En sus diferentes intervenciones públicas se marca como objetivo preferente la incorporación de jóvenes y mujeres al sector. ¿Qué acciones concretas se van a implementar, desde la Consejería, para intentar conseguir este objetivo?

La incorporación de jóvenes a la actividad agraria y el relevo generacional son actuaciones prioritarias para la Junta de Castilla y León. De ello depende el futuro de nuestro medio rural. Trabajamos para que los jóvenes vean al conjunto del sector agroalimentario como una oportunidad para su futuro, un lugar donde desarrollar su vida profesional. En octubre resolvimos la convocatoria de incorporación de jóvenes a la actividad agraria que incluyó importantes mejoras respecto a otros años. Así, la ayuda máxima ha pasado de 70.000 a 100.000 euros. Casi 800 jóvenes se van a beneficiar de esta subvención que volveremos a publicar en este 2025. Igualmente, en el último trimestre del año hemos convocado la ayuda para la sucesión de explotaciones agrarias, con 5 millones de euros, para permitir que quienes se jubilan puedan ceder su negocio a un joven que mantiene la actividad. Y por citar otro aspecto fundamental, me gustaría referirme a la formación. Contamos con ocho centros de FP Agraria donde 700 alumnos se forman en alguno de los ciclos de grado medio o superior con una apuesta por la digitalización y la tecnología en la maquinaria y herramientas que utilizan. Creo que son tres buenos ejemplos de que los jóvenes son una prioridad para la Junta.

Estamos inmersos en un Horizonte PAC 2023-2027, que no fue consensuado ni apoyado por la Consejería de Agricultura, ni por parte de las OPAS. ¿Cómo van a trabajar desde su Consejería para conseguir una PAC “más justa” en un horizonte post 2027?

Antes de nada, desde la Consejería queremos simplificar la actual PAC en la medida de lo posible. Lo hicimos en verano al reducir las exigencias sobre dos prácticas relacionadas con los ecorregimenes, la siega de los espacios de biodiversidad y la realización de labores verticales en siembra directa, para atajar la expansión de los topillos. Hemos remitido al Ministerio una propuesta con una decena de medidas para reducir la carga burocrática este año. Me habla de la PAC post 27. Nuestro objetivo es claro, y así se lo ha expresado el presidente Fernández Mañueco al presidente del Gobierno: debe priorizar y beneficiar al modelo de agricultura profesional, que es el mayoritario en Castilla y León. Con tal fin vamos a poner en marcha este año un grupo de trabajo y diálogo con las OPAS para trabajar por esa PAC post 27. En los últimos años hemos visto como la PAC, que nació con el objetivo de proveernos a los europeos de alimentos suficientes y seguros, se ha desviado de sus objetivos iniciales para atender otros fines que nada tienen que ver con la alimentación. Y lo preocupante de ello es que supone una disminución de los fondos específicos destinados al sector, algo que no se entiende si verdaderamente estamos ante un sector estratégico.      

Hemos remitido al Ministerio una propuesta con una decena de medidas para reducir la carga burocrática de la PAC este año”

¿La transformación digital del sector, es también un objetivo prioritario para su Consejería?

La digitalización y las nuevas tecnologías están transformando el sector agroalimentario, haciéndolo más eficiente y sostenible. Esto no solo mejora la productividad, sino que también atrae a jóvenes y mujeres interesados en la innovación y simplifica los trámites administrativos.  La digitalización es una oportunidad para el sector y una prioridad para la Consejería. Optimiza la producción, aumenta la competitividad, mejora las condiciones de trabajo, el bienestar animal, hace más atractivo el campo, ofrece mayor transparencia para el consumidor. Hay que admitirlo, en la sociedad actual, una carrera profesional en la que tienes que trabajar todos los fines de semana no es atractiva, y las nuevas tecnologías ayudan a que puedas organizar mejor el trabajo. Así que trabajaremos intensamente este año para impulsar la transformación digital del sector.     

¿El que usted y parte de su equipo procedan de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, aporta una visión más cercana y realista para conseguir este reto?

Cuando el presidente Alfonso Fernández Mañueco confió en mi para dirigir la nueva Consejería de Movilidad y Transformación Digital me quise llevar allí la visión del mundo rural, por eso trabajé tanto para que llegase la banda ancha fija y móvil a nuestros municipios. Ahora que estoy en Agricultura quiero plasmar ideas y proyectos de Transformación Digital aquí. Lo hago porque he podido ver las ventajas que tiene apostar por las nuevas tecnologías. En este 2025 vamos a poner en marcha el programa de Extensión Agraria Digital con el que queremos avanzar en procesos de digitalización que ayuden al sector. Ya contamos con más de 9.000 usuarios de la red GNSS para el autoguiado y el Ministerio se ha fijado en nuestra herramienta Sativum para llevar el módulo de fertilización a otras comunidades, pero queremos más. Tenemos que formar a agricultores y ganaderos en todas estas tecnologías. En este 2025 vamos a poner en marcha los espacios Cyl Digital Agro para dar formación en competencias digitales aplicadas al sector agrario. Y también pondremos en marcha tres grupos AKIS, que son Sistemas de Conocimiento e Innovación en Agricultura, para fomentar la innovación y la colaboración entre todo el sector en materias como enología y viticultura, vacuno y nutrición sostenible y fertilización. Por tanto, tenemos que utilizar todas estas nuevas tecnologías porque soy una firme defensora de las ventajas que nos pueden traer a corto y medio plazo.

¿Cuándo va a ser obligatorio el Cuaderno de Campo Digital?

Es verdad que el sector ha visto en el cuaderno digital una complejidad añadida a la ya de por sí complicada gestión de las explotaciones agrícolas y ganaderas para el cumplimiento de las normas y requisitos de la PAC, aunque cabe recordar que el cuaderno de explotación es obligatorio y otro aspecto es cómo se cumplimenta. A raíz de las protestas del año pasado, el Gobierno publicó un real decreto, en agosto de 2024, donde estableció el carácter voluntario del cuaderno digital de explotación condicionado, no obstante, a la existencia de nuevas normativas pendientes.  Actualmente en Castilla y León, los titulares pueden utilizar de forma voluntaria el cuaderno digital en lugar de los registros en papel, puesto que tienen a su disposición la aplicación informática del CUECYL (disponible desde el 1 de septiembre de 2023), a la que se accede desde la página web de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

La totalidad de las grandes multinacionales del sector están trabajando en la “sostenibilidad de la actividad agraria”. ¿La Consejería comparte esta línea de trabajo?

Tenemos muy claro que es indispensable trabajar junto a los profesionales del campo con el fin de hacer más sostenibles sus explotaciones. Eso significa, primero, que exista sostenibilidad económica en equilibrio con el cuidado del medio ambiente y bienestar social.  La actividad agraria, como cualquier otra actividad, tiene un impacto y el sector ha demostrado en las últimas décadas que es capaz de disminuirlo manteniendo o incluso aumentando su producción si cuenta con las herramientas adecuadas. Hemos visto cómo el sector ha salido a la calle para expresar su malestar y hartazgo con cuestiones que no han sido atendidas en los últimos años y que tienen que ver con la falta de diálogo y escucha al sector y la imposición de medidas bajo criterios exclusivamente medioambientales. El sector agrario es profesional, dinámico, inteligente y sabe adaptarse a los cambios si se le ofrecen las herramientas necesarias. Pero hasta ahora lo que han recibido han sido restricciones e imposiciones sin diálogo.  

El ITACYL se ha convertido en un referente de la investigación agroalimentaria. ¿Van a seguir dando prioridad y apoyo a este centro de investigación?

La investigación y la innovación son pilares fundamentales para el progreso del sector agroalimentario. Además, la innovación atrae y retiene talento, fomentando un entorno donde surgen nuevas ideas para resolver problemas concretos. El ITACyL se puede considerar como un gran servicio de apoyo a la innovación en este sector en continua mejora porque tiene acceso al conocimiento a través de proyectos de Investigación, realizan asesoramiento personalizado, consultoría y apoyo al sector. Articulan las demandas, se ofrecen soluciones, facilitan el encuentro de los distintos actores, el intercambio de experiencias o la búsqueda de recursos para afrontar los proyectos. Como ejemplo de la implicación del Instituto con su visión global del sector se les ha encargado la puesta en marcha del sistema de conocimiento e innovación agroalimentario (RETECH) que tratará de dinamizar la transferencia de conocimiento y tecnología al sector, con una previsión de presupuesto de 14 millones para 2025.

La marca Tierra de Sabor, ha permitido dar a conocer la calidad de la producción agroalimentaria de nuestra Comunidad Autónoma.  ¿Desde la Consejería se va a continuar apoyando esta iniciativa?

La marca del corazón amarillo ha cosechado notables éxitos, alcanzando una elevada cuota de notoriedad en toda España, el sello es conocido por el 75% de los consumidores de la zona centro del país, según los datos aportados por la consultora Nielsen, y consolidándose como el buque insignia del sector alimentario regional, con cerca de 6.000 productos autorizados,  pertenecientes a todos los sectores, elaborados por casi 900 industrias, la mayor parte de ellas pymes y micropymes asentadas en el medio rural. Tierra de Sabor es, por tanto, patrimonio de la Comunidad. Un valor por el que la Consejería debe seguir apostando con el objetivo de posicionar el sector agroalimentario de Castilla y León como referente en la producción sostenible de alimentos de calidad.

Otro de los objetivos que se han propuesto conseguir es la potenciación y adaptación de la Ley de la Cadena Alimentaria. ¿La Consejería dispone de estudios de costes de producción homologados para los diferentes cultivos?

Desde la Consejería hemos encargado estudios de costes de producción de distintos productos, como uva de distintas denominaciones de origen, leche de vacuno y lúpulo para dotar de transparencia a las relaciones comerciales entre los agentes de la cadena alimentaria. Estos estudios pretenden ser una guía útil para los sectores afectados, aunque su contenido, elaborado por personal especializado del mundo académico, no puede interpretarse como referencia de precios medios en aras a respetar los principios y reglas que se derivan del derecho de la competencia. Además, como los costes de producción son muy variables a lo largo del tiempo, desde la Consejería seguiremos encargando la elaboración de actualizaciones de estos estudios de costes de producción, e introduciremos estudios de nuevos productos, por ejemplo, sobre el precio de la leche de ovino y caprino, para que los agentes de la cadena alimentaria dispongan de más información para suscribir nuevos contratos.

El cereal de secano está en el “umbral” de la rentabilidad. Personalmente creo que la única salida para mantener la superficie del cultivo en Castilla y León es una dotación económica mucho más fuerte, vía PAC. ¿Cuál es su opinión?

El cereal es un sector estratégico para Castilla y León puesto que, de media, aporta un valor monetario de 1.700 millones de euros, representando el 50% de la producción vegetal. No cabe duda de que el objetivo de las ayudas directas de la PAC consiste en equiparar el nivel de renta de los agricultores y ganaderos al de otros sectores económicos, y que el sector de los cereales fue uno de los incluidos en la reforma de la PAC de 1992 precisamente por la ineficiencia de medidas anteriores. Pero nuestro objetivo es apostar por medidas que favorezcan su capacidad de reacción e innovación. Por ello, desde la Consejería ejecutamos inversiones que impulsan la mejora de la competitividad de las explotaciones agrarias. Es el caso de las concentraciones parcelarias. En la legislatura actual se ha iniciado el proceso de concentración parcelaria en 133.803 hectáreas. Se han ejecutado obras de infraestructuras agrarias en 70.209 hectáreas con más de 90 millones de euros licitados para estas infraestructuras. Respecto a las ayudas de modernización de explotaciones e incorporación de jóvenes agricultores, más del 50% se ha destinado al sector de los cultivos herbáceos. Cuando apoyamos la digitalización, o ayudamos a los agricultores a calcular mejor sus costes, o desarrollamos proyectos de innovación e investigación o ensayamos nuevas variedades, por ejemplo, estamos contribuyendo a que los cerealistas sean más eficientes y reduzcan sus costes.  Por supuesto, también tienen gran importancia los intercambios comerciales con terceros países, por eso este comercio global no debe suponer una desventaja para la producción interna por la desigualdad en la normativa de cumplimiento.

María González Corral junto con el responsable de Empresa Agraria, Lucio Fernández.

La inversión pública en modernizar y ampliar nuestras zonas regables es una necesidad. ¿Qué acciones concretas tienen previstas desde la Consejería para cumplir este objetivo?

Vamos a incrementar la inversión en este último periodo de legislatura para cumplir el objetivo, asumidos por nuestro presidente, de iniciar actuaciones de modernización y transformación de regadíos en 30.000 hectáreas. Fíjese, en 2024 hemos adjudicado las obras de modernización de 20.000 hectáreas con un presupuesto de 72 millones. Además, vamos a destinar 63 millones para la implantación de instalaciones fotovoltaicas en autoconsumo en comunidades de regantes que suman 92.300 hectáreas, un 50% más de lo previsto inicialmente. Tenemos 7.000 hectáreas pendientes de la Declaración de Impacto Ambiental por parte del Ministerio, y otras 50.000 hectáreas con la modernización solicitada, pero que no cuentan por el momento con financiación del Ministerio. Por tanto, lo que sí pedimos al Gobierno de España es que agilicen los trámites ambientales y comprometa el presupuesto necesario para impulsar estos proyectos cuya paralización causa un perjuicio importante a los regantes.  Lo que no podemos admitir es que se publiquen declaraciones de impacto ambiental negativas, como ha ocurrido en el Canal del Pisuerga, cuando una modernización precisamente lo que consigue es una adecuada gestión y aprovechamiento del agua.

El seguro agrario, es una herramienta imprescindible, a la hora de dotar de estabilidad económica a las explotaciones tanto agrícolas como ganaderas, frente a las contingencias climáticas o sanitarias. ¿Desde la Consejería se va a trabajar junto con Agroseguro para adaptar las coberturas a la realidad actual?

La política de seguros agrarios se considera una pieza fundamental en el apoyo a las rentas de agricultores y ganaderos de la Comunidad que garantiza la estabilidad de las explotaciones frente a adversidades climáticas y a enfermedades de los animales y las cosechas. Quiero recordar que en 2024 la Junta de Castilla y León ha destinado 14,6 millones para bonificar las pólizas suscritas por agricultores y ganaderos, un millón más de lo que teníamos previsto inicialmente. El objetivo marcado por el presidente Alfonso Fernández Mañueco es llegar a los 15 millones de apoyo al finalizar la legislatura para ayudar a minimizar los riesgos. Por tanto, el apoyo de la Junta al seguro agrario es nítido, pero es verdad que se debe adecuar mejor a la realidad compleja del campo y para ello contamos con la Comisión Territorial de seguros agrarios donde nos reunimos periódicamente con Agroseguro para proponer distintas mejoras.  

Para terminar, ¿qué le diría a un joven, que este dudando a la hora de incorporarse a la explotación familiar?

Creo que los jóvenes pueden tener interés en la producción de alimentos, no solo en la agricultura y la ganadería, sino también en la transformación, la industria agroalimentaria… Lo que ofrece el sector son oportunidades y nosotros desde la Administración debemos mostrárselas, que conozcan mejor las diferentes alternativas que existen, bien sea en el campo o en la industria transformadora, debemos acompañarlos en su formación y habilitar ayudas que incentiven su incorporación. Es cierto que heredar una explotación familiar puede facilitar el acceso al sector, pero no es la única vía de incorporación. El campo ha cambiado enormemente en los últimos años y los jóvenes que se interesen por él se van a encontrar con un sector moderno en el que, como hemos dicho, tienen un gran protagonismo las nuevas tecnologías. Nuestra prioridad es la formación de los jóvenes para que se adapten mejor a las necesidades que demanda el mercado. Quienes terminan sus estudios en los centros de FP o en los grados universitarios vinculados al sector tienen un grado de inserción altísimo en el mercado laboral. Pocos ámbitos laborales ofrecen un número tan alto de alternativas de emprendimiento. Por eso el campo, sin duda, tiene un enorme futuro.

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