Por Lucio Fernández Choya, viticultor en la D.O. Rueda
Con los datos de la vendimia en la D.O. Rueda, proporcionados por el Consejo Regulador (163.784.507 kg. de uva), y con las contraetiquetas emitidas (84.097.558) a fecha de 30 de Septiembre de 2022. Con estos datos podemos deducir, que la oferta de uva, bajo el control del Consejo Regulador es muy superior a la capacidad de comercializar botellas con contraetiqueta, D.O. Rueda.
Este evidente desfase entre oferta y demanda de uva, está ocasionando un grave problema a los viticultores de la D. O. Rueda.
La mayoría de los viticultores afrontan la vendimia con incertidumbre y con unas condiciones “leoninas” a la hora de tratar con las diferentes bodegas en la D. O. Rueda.
Los precios de la uva, manejados para esta vendimia, han sido de lo más dispares. A primeros de agosto, ante la perspectiva de una cosecha escasa, se firmaron contratos en torno a los 0,52 céntimos/Kg.
Una vez que entraron las vendimiadoras en los majuelos, y viendo que la cosecha era generosa, los precios se desplomaron progresivamente.
Existe una herramienta, como es la ley de la Cadena Alimentaria, que obligaría a comercializar la uva por encima de los costes de producción. No es necesario explicar, que en un escenario de sobreoferta, cualquier viticultor que pretenda denunciar al AICA una vulneración de esta Ley, queda automáticamente fuera de mercado para la próxima vendimia.
¿Cómo podemos adaptar la oferta de uva a las necesidades reales del mercado?. Pongo encima de la mesa algunas posibles soluciones.
La primera que se me viene a la cabeza, es que aquellos viticultores que no puedan comercializar su uva a precios por encima de sus costes de producción, arranquen las viñas.
¿La Junta de Castilla y León, subvencionaría arranques, cuando hasta hace cuatro días estaba subvencionando nuevas plantaciones? Se me antoja complicado.
La segunda sería adaptar la producción de uva a las necesidades de la comercialización de vino con contraetiqueta. ¿Puede el Consejo Regulador rebajar el tope de producción por hectárea a 5.000 kg. para las 20.793 hectáreas plantadas en la D. O. Rueda, a día de hoy? ¿Las bodegas con importante base territorial de viña, lo consentirían.? Se me antoja complicado.
La solución, por la que yo me decanto, estaría enfocada a buscar alternativas a la comercialización de la uva, que tiene dificultades para colocarse a precios aceptables, en las bodegas dentro de la D.O. Rueda.
La primera alternativa estaría enfocada a buscar bodegas fuera de la D.O. Rueda y que estén dispuestas a pagar esa uva auto descalificada, a precios por encima de los costes de producción. Se me antoja complicado.
Que los viticultores que tiene dificultades para colocar su uva en las bodegas dentro de la D.O. Rueda, generen una bolsa con la uva a modo de central de ventas y lo ofrezcan ordenadamente a las bodegas con necesidades, tanto dentro como fuera de la D. O. Rueda, con el objetivo de defender mejor el precio de la uva para todos. Se me antoja complicado, pero no imposible.
Y por último; que los viticultores con dificultades para comercializar su uva dentro de la D. O. Rueda, elaboren 20 millones de litros de vino a granel. La comercialización de este vino a granel, tendría que garantizar tanto la recogida de uva, así como su precio. Se me antoja complicado, pero no imposible.
Tenemos que mantener estas dos velocidades dentro de la D. O. Rueda. Una velocidad para las bodegas que están elaborando unos magníficos vinos con marchamo RUEDA y que están creciendo en ventas nacionales e internacionales.
Y otra velocidad para los viticultores que están produciendo unas magníficas uvas y que no se merecen que sus explotaciones no sean rentables.
Se acabo el tiempo de los reproches, búsqueda de culpables y lamentaciones.
Son tiempos para adaptarse a una nueva situación. Y son tiempos para asumir riesgos. Si no queremos que el propio mercado nos ponga un bonito epitafio.
