La segunda estimación de cosecha de esta organización estima un 4,38% por encima de la media de las últimas cuatro campañas. Será la segunda mejor cosecha de España tras la impresionante cosecha del año pasado
El sector de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha realizado la segunda estimación de cosecha que alcanzará los 24,47 millones de toneladas, un 4,38% por encima de la media de las últimas cuatro campañas. Será la segunda mejor cosecha de España tras la impresionante cosecha del año pasado, y garantiza una gran oferta, muy necesaria para la importante cadena de valor del cereal en España.
Los datos corresponden a la cosecha producida en una superficie de 6,74 millones de hectáreas de cereales, de las cuales el 84% son de secano y el 16% de regadío, la producción del secano español representa aproximadamente el 67% del total producido en nuestro país.
Según los últimos datos de Ministerio de Agricultura, en España se consumen casi 38 millones de toneladas de cereales, alrededor de 105.000 toneladas diarias. Ese déficit, entre producción y consumo hace que el papel de las cooperativas en la comercialización sea fundamental, muestra de ello es este arranque de campaña, en el que la oferta de nuestras cooperativas está solventando el grave problema de abastecimiento en los tan necesarios puertos españoles, garantizando el suministro continuo de cereales. Las cooperativas abastecen de cereal a lo largo de toda la campaña de comercialización, durante los 12 meses de julio de 2021 a junio 2022, en cantidad y de forma ordenada a la industria de transformación y son el mejor instrumento para que las agricultoras y agricultores obtengan mejor rentabilidad a sus producciones.
La climatología es uno de los factores más importante en la producción de cereales, la lluvia y sobre todo las temperaturas definen el resultado final de la cosecha. En general, salvo en Andalucía, la climatología ha tenido un buen comportamiento a lo largo de la campaña, sobre todo en los meses finales del ciclo, con humedades y temperaturas que han acompañado y favorecido la terminación del ciclo de cereal en el campo.
A ello se ha unido un manejo adecuado, un mayor uso de nuevas variedades y un incremento importante de semilla certificada, con nuevas variedades mejor adaptadas al estrés hídrico y a las enfermedades y plagas. La investigación, la mejora genética y las nuevas variedades, permiten mejorar los rendimientos y no tener tanta dependencia de abastecimiento, que supone un mayor coste y es menos sostenible, aspectos contrarios a la estrategia verde de la PAC.