Los módulos de otoño incluyen la cobertura de los riesgos que más frecuentemente sufre el viñedo, entre ellos la helada y el pedrisco.
El 1 de noviembre comienzóel plazo de suscripción de los módulos de otoño del seguro de uva de vino para la campaña 2024, las opciones de aseguramiento que incluyen la cobertura de riesgos más completa, entre ellos la helada, el pedrisco o la falta de precipitaciones en el viñedo de secano, responsables de los principales siniestros de la última campaña.
Para atender la solicitud realizada por el sector, el Plan 2023 del seguro de uva de vino (cosecha 2024) ha retrasado el inicio del periodo de suscripción al 1 de noviembre, una novedad que permite tramitar las pólizas ya con la vendimia de la campaña anterior terminada. La suscripción de los módulos de otoño se podrá realizar hasta el próximo 20 de diciembre.
Las cifras de aseguramiento de la campaña 2023 se han cerrado con casi 30.000 pólizas contratadas, que ofrecieron cobertura a casi 3,3 millones de toneladas de uva de vino, la misma producción asegurada que en la cosecha anterior. El capital asegurado por el seguro agrario creció un 2% en 2023 hasta alcanzar los 1.156 millones de euros.
El cultivo de uva de vino se reparte por toda España y alcanza importantes cifras de aseguramiento en numerosas comunidades autónomas, con especial relevancia del viñedo asegurado en Castilla-La Mancha (448 millones de capital asegurado en 2023), La Rioja (144 millones), Castilla y León (143 millones), Cataluña (91 millones), Extremadura (75 millones), Comunidad Valenciana (61 millones), País Vasco (53 millones), Aragón (46 millones), Navarra (38 millones) y Galicia (28 millones). La superficie asegurada total sumó 393.000 hectáreas.
Campaña 2023 de uva de vino: elevada siniestralidad
La siniestralidad ha estado marcada por las constantes tormentas de pedrisco ocurridas entre los meses de mayo y junio y las reiteradas DANA del mes de septiembre. Además, también se han registrado daños por helada y sequía (especialmente en el viñedo de secano de Cataluña), así como por marchitez fisiológica, un riesgo poco habitual que se ha manifestado en viñedos de la variedad bobal de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana debido a la inestabilidad atmosférica del mes de junio: temperaturas suaves, nubosidad y abundante humedad.
Los numerosos siniestros registrados han elevado las indemnizaciones para los viticultores asegurados hasta los 108 millones de euros, con más del 80% ya abonado a esta fecha. Las mayores cuantías corresponden a siniestros registrados en Castilla-La Mancha (30,3 millones), Castilla y León (19,8 millones), Cataluña (18,5 millones), La Rioja (15,4 millones), Comunidad Valenciana (7,5 millones) y Extremadura (6,5 millones). El resto, hasta completar el total, corresponden a productores asegurados en el resto de zonas productoras.
Con la vendimia terminada, la superficie siniestrada total ha superado las 260.000 hectáreas, lo que se traduce en siniestros registrados en dos de cada tres hectáreas aseguradas.