Miguel Blanco ha pedido al Comisario de Agricultura que no se cuadren las cuentas del Brexit a costa de los agricultores porque una PAC fuerte es la mejor inversión para vertebrar el territorio comunitario.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha trasladado hoy al Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, que el marco presupuestario presentado es a todas luces insuficiente para abordar las nuevas exigencias, compromisos y retos planteados en la comunicación de la Comisión Europea sobre el futuro de la PAC, la alimentación y la agricultura tras 2020.
Durante la reunión bilateral que han mantenido esta mañana en la sede de la Comisión Europea en Madrid, los miembros de la Comisión Ejecutiva de COAG han dicho al dirigente europeo que “resulta contradictorio e incoherente que para dar respuesta a las principales demandas de los ciudadanos (lucha contra el cambio climático, seguridad alimentaria, conservación del medio ambiente, economía circular, desarrollo del medio rural), la UE proponga una reducción del 17% del apoyo comunitario a las agricultores y ganaderos. “La implementación de las nuevas medidas supondría mayores costes en las explotaciones agrarias y por lo tanto se hace más necesario que nunca una mayor dotación presupuestaria para mantener la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones”, ha subrayado el Secretario General de COAG, Miguel Blanco.
En este sentido, COAG ha criticado que en un contexto de recortes no se plantean medidas de priorización de las ayudas en favor de los verdaderos activos agrarios y no haya elementos novedosos de apoyo a la incorporación de jóvenes y mujeres al sector agrario. “Y no sólo eso: teniendo en cuenta que el 80% de los ingresos de las explotaciones se generan vía precios, en la comunicación de la reforma de la PAC no se establecen medidas de regulación de los mercados, defensa de la preferencia comunitaria y protección de los parámetros de calidad y seguridad alimentaria del modelo de producción europeo frente a importaciones. Al contrario, se ahonda en mayor liberalización con acuerdos de libre comercio con terceros países para facilitar la entrada de empresas mercantiles y fondos inversión ajenos al sector que acaban desplazando a los verdaderos agricultores y ganaderos profesionales”, ha lamentado Blanco.
Respecto al modelo de aplicación, los representantes de COAG han rechazado cualquier intento de renacionalización de la PAC y han defiendo una financiación 100% comunitaria del primer pilar (ayudas directas). Asimismo, esta organización ha pedido a Hogan el establecimiento de techos de ayudas por explotación, la introducción de un pago redistributivo a la renta para favorecer a las explotaciones del modelo social de agricultura, la potenciación de la figura de agricultor genuino, como verdadero profesional activo y perceptor prioritario de las ayudas y el apoyo a la incorporación de jóvenes y mujeres.
Durante la reunión, también se ha abordado la propuesta del Comisario respecto a la regulación de las prácticas comerciales abusivas en la cadena alimentaria. Los responsables de COAG han comentado que dista enormemente de las necesidades de agricultores/as europeos, dado que no da respuesta a su principal problema: el precio impuesto dentro de una cadena de valor dominada por el oligopolio y la falta de rentabilidad de su trabajo. “La propuesta de directiva se focaliza únicamente en la regulación de determinadas prácticas abusivas, dejándose por el camino algunas de las más relevantes como la venta con pérdidas, la demora en los pagos de productos no perecederos, o no incluyendo una cláusula de cierre que pudiera dar respuesta a futuras prácticas abusivas. Pero también olvida la necesidad de establecer una contractualización obligatoria en el marco de la UE”, han argumentado.
Este encuentro se enmarca dentro de la campaña reivindicativa “Más Europa, mejor Europa: por una agricultura social y profesional, por una agricultura con agricultores/as”, que esta organización inició el pasado 21 de mayo en Bruselas para poner de relieve la importancia estratégica de la Política Agraria Común (PAC) para garantizar la seguridad alimentaria de los 500 millones de ciudadanos europeos y dar respuesta a los grandes retos que debe afrontar la UE, tales como la lucha contra el cambio climático, globalización de la economía, transformación digital y despoblamiento del medio rural.