La publicación “El sector lácteo español en la encrucijada” analiza este sector, que en Castilla y León representa el 24,5 % de la producción ganadera
El presidente Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde Noche, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador de la obra, Miguel Ángel Díaz Yubero, el director territorial de Cajamar, Raúl Ortega González, y el director de Innovación Agroalimentaria, Roberto García Torrente han presentado esta mañana en la localidad palentina de Carrión de los Condes el libro “El sector lácteo español en la encrucijada”, en una jornada en la que han participado también Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente de Calidad Pascual, e Ignacio García Magarzo, presidente de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (ASEDAS), y que ha sido clausurada por la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos Ortega.
El coordinador de la publicación, Miguel Ángel Díaz Yubero, ha destacado que el sector lácteo español está en crisis, dado que tiene déficits estructurales que lo sitúan en una posición de debilidad ante los nuevos escenarios de liberalización: “los incrementos de producción en los últimos tres años, el descenso del consumo interno, la aún débil presencia exterior, la falta de estructuras organizativas y la caída de las exportaciones de los países que lideran el sector europeo han agravado la situación en la que se encuentra el sector desde hace dos años”. A ello se debe que existan profundas dudas sobre “cómo se ha de afrontar el futuro, además de tener esperanzas en que suban los precios a medio plazo y, mientras tanto, que las Administraciones Públicas palien la crisis mediante ayudas económicas”, indicó.
Díaz Yubero planteó durante su intervención “la necesidad de lograr una estabilidad en los precios y potenciar las organizaciones profesionales y su relación con la industria, teniendo en cuenta que la distribución es otro de los pilares del sector”. Asimismo señaló el gran potencial que tiene el sector en Castilla y León, y lo aderezó con datos: “en esta comunidad se producen 850 millones de litros al año, de los que 300 litros se consumen dentro del territorio. Al tiempo que la comunidad compra otros 500 millones de litros procedentes de fuera. El consumo de leche es superior al de la media española, con 130 litros por persona y año frente a los 104 del resto del país”.
Por último, explicó que “en Castilla y León la modernización de la estructuras se presenta como una de las mayores ventajas, y la fabricación de quesos absorbe la mayor parte de la leche a la que se dota de ese valor añadido. Quedaría por asumir nuevos retos como producir suplementos alimentarios y otras salidas que ofrece el mercado”.
Durante su intervención, el presidente de Cajamar Caja Rural, Eduardo Baamonde, ha apostado “por la capacidad del sector lácteo español para afrontar los retos que se le presentan en los próximos años”, y ha asegurado que, para ello, “son claves la innovación, salir al mercado exterior y una mayor coordinación para que en años venideros este sector sea tan productivo y eficiente como el de otros países europeos”. Sobre todo ha afirmado que se “han de aprovechar las oportunidades que se nos abren, en un país como el nuestro que es altamente deficitario en productos lácteos, que tienen que ser importados”. Baamonde ha reflexionado sobre la forma de que conseguir un mayor margen de beneficios y ha indicado que “no pasa tanto por la reducción de costes, sino por el incremento de ingresos a través de productos de valor añadido”. Por último ha señalado que desde Cajamar, estrechamente vinculada a la actividad agroalimentaria y líder en la financiación de este sector en España “queremos contribuir a la búsqueda de soluciones, así como a atender las necesidades de tesorería de las explotaciones ganaderas y a abordar las inversiones que ayuden a la transformación estructural de todo el sector”.
En esta publicación un grupo de 33 cualificados expertos, estudiosos y técnicos hacen un recorrido por los aspectos más relevantes que han caracterizado a este sector en los más de 20 años transcurridos desde la implantación de las cuotas lácteas comunitarias: su estructura de producción, la falta de vertebración, la debilidad cooperativa, las medidas de apoyo de la Unión Europea, el denominado ‘paquete lácteo’, el impacto de la legislación dirigida a mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria y los factores de innovación en el sector industrial, entre otros. Entre los autores castellanos y leoneses se encuentran Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente de Calidad Pascual, el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas, Luis Calabozo Moran, así como el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Agustín Herrero González.
Los autores también arrojan luz y desgranan diversas alternativas para construir un sector lácteo español fuerte, eficiente y competitivo a través de la innovación tecnológica, la calidad, la diversificación de productos, la apuesta por el mercado exterior, las organizaciones de productores bien estructuradas, las protección de márgenes, las alianzas empresariales y las coordinación entre los participantes de la cadena de valor.
En Castilla y León el sector lácteo representa el 13 % de la producción de la rama agraria y el 24,5 % de la producción ganadera. Y su producción láctea contribuye en un 21,3 % a la producción de leche en España, rondando los 600 millones de euros.
“La industria láctea castellano y leonesa emplea a unas 4.300 personas, un 12 % de los trabajadores de la industria agroalimentaria de Castilla y León, y sus ventas superan los 1.600 millones de euros, que representa el 15,5 % de la facturación del sector agroalimentario de Castilla y León”, según explicó el director territorial de Cajamar, Raul Ortega. Esto supone que el sector lácteo castellano y leonés tiene un peso mayor en el sector agroalimentario español tanto por número de ocupados como por facturación, con un 17,5 % y 17,0 % respectivamente que el conjunto de la industria agroalimentaria de esta comunidad autónoma, con un 10 % y 9,8 % respectivamente; y añadió que “demuestra que se trata de un sector que tiene un gran impacto social sobre los territorios en los que se asienta, ya que a la importante generación de empleo que conlleva, con más de 40.000 personas trabajando en algunas de las fases de la cadena, hay que añadir la diversidad de empresas vinculadas, como las de piensos, sanidad animal y equipamiento”.
España produce 6,5 millones de toneladas, ocupa la séptima posición dentro de la Unión Europea, y aporta la leche de vaca el 15,8 % a la Producción Final Ganadera (PFG) y el 6,4 % a la Producción Final Agraria (PFA). Por su parte, la Unión Europea produce más de 150 millones de toneladas al año y es líder mundial en la producción de leche de vaca. Esta actividad aporta el 30 % de la PFG y supone el 13 % de la PFA comunitaria, siendo el segundo bloque exportador.
Ante esta realidad, la UE cuenta como poco con 28 modelos productivos y multitud de estructuras empresariales con intereses muy diversos y, a juicio de los autores, lo que puede ser bueno para países como Dinamarca, Holanda o Irlanda, próximos a las estructuras de producción y comercialización de países muy eficientes como Nueva Zelanda, es perjudicial para otros muchos, y de forma especial para España.
La publicación “El sector lácteo español en la encrucijada” puede descargarse de manera gratuita en este enlace.