Las últimas muestras realizadas auguran una buena campaña con medias que alcanzan las 100 toneladas tipo por hectárea
La campaña en la fábrica de Azucarera en La Bañeza (León) comenzará el próximo lunes 15 de marzo con la estimación de molturar un total de 330.000 toneladas de remolacha, procedentes de 3.650 hectáreas.
Las intensas lluvias presentes en la provincia han sido la causa de que el arranque óptimo de la remolacha no se haya podido llevar a cabo hasta ahora. Pese a ello, el cultivo no se ha visto perjudicado y las previsiones de la fábrica de La Bañeza son buenas, que calcula una duración de la campaña de unos 45 días. Asimismo, se espera alcanzar un rendimiento de 100 toneladas tipo por hectárea y una óptima polarización, con una riqueza media del producto de 17,5 grados, una cifra que probablemente tienda a subir a medida que avance la campaña.
Novedades del contrato
Para la campaña 21/22, cuyas siembras se iniciarán próximamente, Azucarera ha mejorado el reglamento interno de recepción y análisis de remolacha, con el fin de modernizar el proceso en beneficio del agricultor. Las mejoras también suponen simplificar el pago de la remolacha y asumir parte del riesgo agronómico con el agricultor en años de bajas polarizaciones.
En concreto, las modificaciones se refieren, en primer lugar, a la eliminación definitiva de la denominada cuota técnica, que venía pagando el agricultor para compensar los costes de auditoría en los laboratorios y que desarrollaba personal perteneciente a las organizaciones profesionales agrarias. En aras a esa mejora, el proceso de análisis lo asume ahora una empresa independiente de reconocido prestigio, por lo que el cambio introducido no sólo supone una mejora en el procedimiento de auditoría, sino un significativo ahorro para el agricultor al no tener que hacer frente a ningún coste económico por este servicio. Un agricultor con 10 ha y 100 t/ha de rendimiento va a ahorrarse más 250 euros de media por campaña.
El nuevo reglamento de recepción y análisis de la remolacha aplicable a la campaña 21/22 persigue dotar de aún mayor objetividad y transparencia si cabe al conjunto del procedimiento, para lo cual se ha incluido un sistema automático de reclamaciones que identifica todos los valores de descuento y polarización que son significativamente distintos a la media del agricultor, para proceder a su ajuste automático siempre y cuando al profesional del campo le favorezca económicamente.
Al mismo tiempo, se ha consolidado en todas las fábricas la aplicación de un descuento fijo de un 4,5% sobre la corona, lo que implica una ganancia media de 2,5 puntos en el descuento de las fábricas en las que este sistema todavía no estaba implantado. Los agricultores de cualquier fábrica que estén en módulos podrán, además, solicitar un descuento fijo por las tierras equivalente a la media de sus últimos años.
En el contrato 21/22 Azucarera asume el cargo del transporte de la remolacha líquida, independientemente de la distancia, por lo que los agricultores que están más lejos verán también sus ingresos muy mejorados. En el contrato se permite además que el agricultor escoja la fábrica en la que quiere entregar su remolacha, según sus preferencias de fechas de arranque.
Priorizar altas polarizaciones
Se ha simplificado el procedimiento de cálculo del valor de la remolacha, que se hará a partir de ahora de forma global por la totalidad de las entregas, al pasar a depender de una fórmula exacta que sigue priorizando las altas polarizaciones, y no como ocurría en el pasado, mediante una valoración camión a camión. Este cambio permitirá a los agricultores entender mejor su factura y hacer un cálculo fácil del ingreso que percibirán por la totalidad de su remolacha.
Mientras que para los agricultores de altas polarizaciones los cambios no suponen ninguna merma de ingresos (al contrario, en años buenos agronómicos los agricultores percibirán una ligera mejora en sus ingresos) en años agronómicamente malos, en los que la media de las polarizaciones baje, los cambios propuestos supondrán una mejora relevante de los ingresos respecto de lo que sucedía en el pasado.
Todas las mejoras siguen, en definitiva, la línea iniciada por Azucarera con el único objetivo de modernizar y estrechar su relación con los agricultores mediante un servicio óptimo, objetivo y fiable, eliminando ineficiencias y compartiendo con los agricultores los riesgos y los beneficios del mercado en el que operan.