Está ampliación también ha venido acompañada por una renovación de las instalaciones con el objetivo de seguir invirtiendo en el servicio a los clientes
La familia de Agrícola Castellana se renueva y amplía. Con la idea de dar un paso más y seguir invirtiendo en servicio a sus clientes, esta empresa ha construido un nuevo taller en su centro de Arroyo de Cuéllar, con más de 1.200 metros cuadrados, preparado con puente grúa, perfectamente equipado y sobre todo, con un equipo humano excepcional.
Está ampliación también ha venido acompañada por una renovación de las instalaciones. El objetivo principal para Agrícola Castellana es que los clientes de toda la vida sigan confiando en esta empresa y que las nuevas generaciones lo hagan de la misma forma. “La esencia de Agrícola Castellana es el servicio, nos ha acompañado siempre desde los inicios y para nosotros es lo más importante”, remarca su gerente Luis Fernando Zárate.
Una empresa que siempre invierte sus beneficios en crecer y Arroyo de Cuéllar es otro ejemplo de ello. “Soy la tercera generación de los socios fundadores y espero que detrás de mí, vengan muchas más y para eso trabajamos”, comenta Zárate.
El espíritu emprendedor de dos hermanos
La historia de este centro comienza con José María de Santos y Rufino de Santos en 1967 cuando comenzaron a trabajar en el antiguo concesionario en Segovia donde estuvieron 10 años. Estos dos hermanos siempre quisieron montar su propio negocio y al ser de esta localidad, sus propios clientes y amigos de la zona los animaban hacer un taller en Arroyo de Cuéllar. “Decidimos hacer nuestra propia nave aquí y empezamos a trabajar mucho, reparando coches, bicis y tractores de todas las marcas todos los días de la semana”, explica Rufino de Santos.
En 1981, John Deere les ofreció la concesión por lo que cogieron 4 chavales del pueblo de los que alguno continua y otros ya se han jubilado. “A partir de aliarnos con John Deere, yo empecé a dedicarme más a la venta y mi hermano al taller”, señala Rufino.
Años mas tarde, la buena sintonía que siempre hubo con Valladolid dio sus frutos. “Siempre hemos tenido muy buena relación con Agrícola Castellana así que en 2013 decidimos fusionarnos y así seguimos hasta ahora, creciendo con este nuevo taller y la renovación de las instalaciones”, explica José María de Santos.
Luis Fernando Zárate recuerda con cariño como esta relación se fue afianzando en sus inicios en la empresa. “Siempre hubo muy buena relación, al principio no sabía bien valorar los usados y Rufino me ayudó mucho en este sentido porque le llamaba cuando tenia una operación. Esa buena relación fue la base para que juntáramos después las dos empresas para hacer una más fuerte”, remarca Zárate.
Para David Rodríguez Sobrino, jefe de ventas de Agrícola Castellana, este centro es especial porque es donde desarrolla su labor principal. “Es increíble lo que ha crecido este centro en los últimos años, se ha construido una nave nueva, ha crecido el departamento de ventas. Es uno de los concesionarios más privilegiados de España porque además de la venta de nuevo y taller, también tenemos aquí tractores usados, de alquiler, de sustitución, lo que es una gran ayuda para la venta”, explica Rodriguez Sobrino.
Para David Rodríguez, otro punto de admirar es que, “a pesar de ser una empresa tan grande no se ha perdido la esencia de ser una empresa familiar donde el servicio es lo más importante y la gente lo valora y lo aprecia”.
En el mismo sentido se expresa Óscar de Santos, responsable alquiler, ocasión e importación en Arroyo de Cuéllar, e hijo de uno de los fundadores de esta empresa. Óscar después de sus estudios entró de aprendiz de mecánico donde estuvo varios años. Ha pasado por varios departamentos como ventas de usados y también comenzó con la importación. “Para mí la inauguración de esta nave es una de las cosas que llevo deseando muchos años. Seguir creciendo junto a mi padre y mi tío, en la empresa donde nos hemos criado”, comenta.
Para José María Santos, responsable de repuesto en este centro, la inauguración de este nuevo taller también es ilusionante. “Llevo aquí trabajando con mi padre desde que terminé los estudios porque necesitaban una persona y después de 20 es especial como ver cómo se continúa creciendo a la vez que se desarrollan toda la tecnología de los tractores”.
El jefe de ventas para Valladolid y Segovia de Agrícola Castellana, David Hernangómez, remarca que la evolución estos años ha sido espectacular. “Comencé hace 22 años trabajando para Agrícola Cuellar siendo una empresa pequeña y ahora formamos parte de un gran grupo como es Agrícola Castellana. “Recuerdo cuando, terminada las prácticas, Rufino me propuso continuar en esta empresa, algo que acepte con mucha ilusión y después de 20 años, seguimos con la misma ilusión ayudando a nuestros clientes en lo que necesitan”.
Así fue la inauguración:
