Las producciones de cítricos son las que más han visto incrementado su volumen de siniestralidad, con un 17% más que en 2015
La Junta General de Accionistas de Agroseguro, ha aprobado las cuentas del ejercicio 2016 y el Informe de Gestión del cuadro de Coaseguro. Destaca que la contratación de Seguros Agrarios Combinados ha cerrado dicho ejercicio con unas primas imputadas de 672,52 millones de euros, correspondientes a la suscripción de 423.786 pólizas y con un valor de producción asegurada que superó los 12.675 millones de euros.
Este resultado supone un incremento de primas imputadas de un 18,67% respecto a 2015, con lo que se consolida el optimismo con el que se cerró el ejercicio anterior. Por su parte, las primas devengadas (contratadas) también han experimentado crecimiento, un 3,71%, hasta los 645,55 millones de euros.
Por sectores, es importante destacar que se han producido incrementos en las primas imputadas de todos aquellos que tradicionalmente cuentan con mayor peso en el volumen del negocio. Así ha ocurrido con los frutales, cuyas primas han aumentado un 23,34%; los cultivos herbáceos extensivos, que lo han hecho en más de un 40%; los cítricos, un 18,70%; y la uva de vino, cuya prima se ha visto incrementada en un 7,25%. Otros crecimientos importantes son los del olivar, con un 39%, el conjunto de las hortalizas, cuyas primas han aumentado un 17%, o el 12% experimentado por el conjunto de las líneas de ganado.
Respecto a la siniestralidad, en 2016 se han alcanzado los 494,53 millones de euros. Si bien, esta cifra supone un incremento de un 1,96% respecto a la alcanzada en 2015 –cuya siniestralidad fue de 485 millones de euros–, se ha mejorado el ratio sobre primas, que pasa de un 85,58% en 2015, a un 73,53% en 2016 (sin considerar gastos de administración y de producción).
Las producciones de cítricos son las que más han visto incrementado su volumen de siniestralidad, con un 17% más que en 2015. También destacan otros sectores como los frutales, con un incremento de siniestralidad de un 10,08%, o los herbáceos extensivos, con un 8,32% más que en 2015. Por su parte, el conjunto de las líneas de seguros pecuarios han visto incrementada su siniestralidad un 9,51%.
En uva de vino la siniestralidad disminuyó más de un 52% respecto al ejercicio anterior
Por el contrario, hay sectores cuya siniestralidad ha sido menor que en 2015. Así, en uva de vino la siniestralidad ha disminuido más de un 52% respecto al ejercicio anterior; en uva de mesa, lo ha hecho un 48% y en olivar ha caído un 43,36%.
En 2016 la climatología se ha comportado de una forma algo más benévola con el sector agrario que en años precedentes. Sin embargo, hay que destacar las heladas ocurridas sobre todo en la segunda mitad del mes de febrero; las precipitaciones caídas a lo largo de una primavera muy lluviosa; las reiteradas tormentas de pedrisco, sobre todo desde el final de la primavera y durante todo el verano; y por último, las lluvias caídas en los meses de noviembre y diciembre. Además, de nuevo, la sequía ha afectado a algunos cultivos, ya que las precipitaciones se han repartido de una forma muy irregular, de forma que a un invierno y una primavera con muchas precipitaciones les siguieron un verano y un otoño bastante seco.
En total, el ejercicio cerró con un total de 1.558.381 siniestros (un 3,65% más que en el ejercicio anterior), de los que 84.960 correspondieron a siniestros agrícolas (un 8,53% menos que en 2015) y 123.943 a siniestros de ganado (lo que supone un 1,29% más que en el ejercicio anterior). A ello hay que sumar los 1.349.478 servicios de retirada y destrucción de animales muertos en la explotación (un 4,75% más que en 2015).
Al final del ejercicio 2016 la Reserva de Estabilización en su conjunto se ha visto incrementada en más de 36 millones de euros, quedando constituida a su cierre en 90,58 millones de euros.
Ante las situaciones que año tras año tiene que afrontar el sector agrario, con siniestralidades muy irregulares, Agroseguro ha sabido responder ante agricultores y ganaderos con una contrastada profesionalidad y con una solvencia que le ha permitido realizar el pago de las indemnizaciones a los asegurados con siniestro en un plazo no superior a 50 días.