“La remolacha es uno de los cultivos con mayores posibilidades de crecimiento”
La consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Milagos Marcos, concede su primera entrevista a Tecnoremolacha en un momento clave para el sector como es la primera campaña sin cuotas.
Esta es la primera campaña de remolacha que afrontamos sin las cuotas lo que supone una buena oportunidad para crecer en superficie de cultivo y producción de azúcar. ¿En qué líneas están trabajando desde la Consejería para impulsar el cultivo para la región?
Se está trabajando para apoyar el sector desde muchos puntos de vista aprovechando el fin de las cuotas como una oportunidad. Tenemos que ser capaces de que las cuatro fábricas que hay en Castilla y León y que no están molturando al 100% de su capacidad puedan alcanzar su nivel óptimo de fabricación de azúcar. Para ello, hace falta incrementar el número de hectáreas que se está cultivando en este momento teniendo en cuenta que la remolacha es un cultivo muy social y que interesa desde muchos puntos de vista.
En estos momentos en Castilla y León tenemos 22.500 hectáreas y 4.000 agricultores que producen el 85% de la cuota de azúcar que hay en España. Tenemos que aprovechar este fin de las cuotas para incrementar la producción y garantizar la rentabilidad tanto de los agricultores como de las azucareras para que estas alcancen su techo productivo. Por tanto, deberemos optimizar los costes y así ser más competitivos.
La remolacha es un cultivo que genera riqueza no solo al agricultor sino a todo el medio rural por todo lo que mueve alrededor (semilla, tratamientos, trasformación, trasporte, etc). Por ello, esta Administración no dudó ni un instante en pedir al gobierno que recapacitase su posición de aplicar el “impuesto dulce. ¿Qué puede suponer para el sector?
Este impuesto entendemos que perjudica directamente a un sector azucarero y remolachero que se ha visto muy afectado por las diferentes crisis que ha tenido, y que ahora, debe enfrentarse a un nuevo periodo como el fin de las cuotas al que nos tendremos que adaptar. De ahí que enviásemos un manifiesto al gobierno, firmado por agricultores e industria, que fue refrendado por el gobierno regional. Este documento está manos del Gobierno y de Ministerio de Hacienda que es el que planteo esta medida recaudatoria y esperamos que reconsideren esta propuesta.
En cualquier caso, desde la junta de Castilla y León se han puesto ya en marcha medidas clave como un apoyo directo con ayudas económicas a la producción de remolacha y la aprobación del AMI entre remolacheros e industria, para garantizar la compra de un volumen estipulado a un precio en el que todos salgan ganando. En estos momentos destinamos 20 millones de euros cada año en ayudas directas para garantizar un precio competitivo. Estas son las dos líneas de trabajo en las que trabajamos de cara al fin de las cuotas, por un lado, el incremento del precio directo que perciben los agricultores y por otro la búsqueda de acuerdos de comercialización y contratos estables.
La remolacha es un cultivo muy social y que interesa desde muchos puntos de vista
La industria está haciendo un gran esfuerzo por fomentar entre los agricultores técnicas como el riego solar que abaraten los costes de producción. ¿Han pensado en alguna iniciativa que complemente esta apuesta de la industria por energías más limpias y más baratas?
Sí, trabajamos en alternativas no solo para la remolacha sino también para el resto de cultivos de regadío fundamentalmente. Estamos buscando reducir los costes de producción especialmente los relacionados con el riego, estudiando fórmulas alternativas a través de estudios de eficiencia energética desde la consejería.
En el marco de la Plataforma de Competitividad Productiva del Sector estamos incentivando centrales de compra para que haya un mayor volumen de compra unida de forma que se consigan mejores precios para las energías actuales. Pero, además, en paralelo, estamos realizando estudios y análisis de posibles alternativas al riego tradicional que abarate los costes de producción. El riego es un coste excesivo, pero el coste energético que supone la molturación también lo es.
En este momento tenemos 20 millones de euros de ayudas complementarias al sector, 12,2 millones de euros que se están abonado asociados a la PAC y 10 millones de euros ligados al programa de desarrollo rural. Estas ayudas que se dan al agricultor cada año, hacen que la industria esté pagando el precio actual, que no sería el mismo, sino llegarán estas ayudas desde la administración a los agricultores. El apoyo de la administración seguirá en esta misma línea.
¿Va a trabajar junto con el Ministerio para que la remolacha sea un cultivo clave de cara a la próxima reforma de la PAC que se empieza a vislumbrar?
Creo que es bueno dar un mensaje de tranquilidad y estabilidad a todos los agricultores. Acabamos de empezar un nuevo periodo de la Política Agraria Común y es bueno que sepan que hasta el año 2020 podemos estar tranquilos.
De cara al año 2020 ya estamos trabajando primero, participando en el Grupo de Trabajo de la PAC y segundo, buscando un posicionamiento de comunidad para que la propuesta que se lleve al ministerio para la nueva PAC venga coordinada y consensuada con todo el sector.
En principio, lo que parece es que la nueva PAC va a tener unos concionantes medioambientales muy importantes como así está planteando la Comisión Europea y como se deriva de los acuerdos de París, en los que se establece la necesidad de incorporar mecanismos de control de las emisiones
“Destinamos más de 20 millones de euros cada año en ayudas directas para garantizar un precio competitivo”
¿El cultivo de remolacha azucarera puede ser una buena salida profesional para los jóvenes y también para las mujeres agricultoras de la comunidad?
El campo es una buena salida profesional y trabajamos para que cada vez sea más atractivo. La remolacha es uno de los cultivos más apoyados por el gobierno que, con el fin de las cuotas, tiene más posibilidades de crecimiento. La potenciación de los nuevos regadíos, unido a la incorporación de jóvenes y la modernización de explotaciones que se está facilitando desde la Junta de Catilla y León, le hacen uno de los más atractivos del sector. Estas ayudas, más los 600 millones de euros vinculados a nuevos regadíos, hacen que aumenten las posibilidades de futuro de este cultivo y de los que se dedican a él.
Por último ¿qué mensaje le trasladaría usted a los agricultores para que se animasen a apostar por la remolacha en este momento tan especial?
El mensaje claro que me gustaría trasmitir es el de aprovechar la oportunidad que se nos presenta. Desde la administración estamos trabajando en esta nueva situación junto con las industrias para posicionarnos a nivel nacional.
Este es un sector con muchas posibilidades, si a partir del fin de las cuotas, entre todos buscamos esta competitividad tanto para el agricultor como para la industria. Si mantenemos unos contratos estables a largo plazo, con el máximo beneficio para los que cultivan las tierras, tendremos la capacidad de aprovechar la oportunidad que se nos presenta. Esto unido a la capacidad que todavía tienen las industrias de molturar bastante más, la garantía de compra y las ayudas directas de la Junta de Castilla y León garantizarían el futuro.
Estamos trabajando en todo lo que es la Plataforma de Competitividad Agroalimentaria, incluido el sector remolachero azucarero, para que estas condiciones de estabilidad, sostenibilidad y de futuro se recojan en un documento en el que podamos estar todos en este primer semestre del año.
Fuente: Revista Tecnoremolacha.