La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, CNMC, se posiciona en contra de las medidas aprobadas por varias Comunidades Autónomas que limitan la actividad de las estaciones de servicio desatendidas, y recomienda que se eliminen las limitaciones impuestas a las cooperativas agrarias para la distribución de combustible.
En un informe hecho público ayer, la CNMC considera que la regulación que diferentes Comunidades Autónomas han aprobado recientemente o están en proyecto de aprobación, como es el caso de Castilla y León, introduce barreras a la entrada y ejercicio de la actividad de las estaciones de servicio desatendidas, y ello de manera innecesaria o desproporcionada. En particular, la CNMC crítica la exigencia de disponer de un mínimo de una persona para que atienda en toda estación de servicio, pues con ello no sólo se está coartando el libre ejercicio del derecho de empresa, sino también limitando la libre elección de los consumidores lo que, en último lugar, daña el interés general.
La CNMC ha llegado a dicha conclusión tras un análisis exhaustivo del mercado. Así, y para desmontar la alegada peligrosidad de este modelo de suministro como justificación a la hora de exigir a las Comunidades Autónomas la presencia de personal en toda estación de servicio -lo que viene de facto a eliminar la posibilidad de la existencia de estaciones desatendidas-, la CNMC ha analizado los modelos que imperan en nuestro entorno europeo. Además de comprobar que el elevado grado de implementación de este tipo de estaciones, en Dinamarca llega al 65% y en Holanda al 23%, no ha originado mayores riesgos para la seguridad, se ha podido constatar una reducción en los precios de los combustibles. También resalta especialmente la CNMC la inexistencia de incidentes en el suministro por estaciones de servicio desatendidas de cooperativas.
Del mismo modo, y especialmente relevante para Cooperativas Agro-alimentarias de España, la CNMC analiza las diferentes limitaciones que se imponen a las cooperativas agrarias a la hora de distribuir combustibles. Así, y con respecto a la impuesta limitación cuantitativa de combustible que les afecta –no suministrar más del 50% a no cooperativistas-, la CNMC insiste en que dicha diferenciación ni atiende a criterios económicos y menos aún de seguridad en el suministro.
Por todo ello, la CNMC formula diversas recomendaciones, siendo las más relevantes que se eliminen por las Comunidades Autónomas la innecesaria imposición de que toda estación de servicio cuente con personal para atender a los usuarios y que se deshabilite la limitación cuantitativa en la distribución de combustibles que se impone a las cooperativas agrarias.
La postura adoptada por la CNMC coincide con la expresada reiteradamente por URCACYL y Cooperativas Agro-alimentarias de España, que han colaborado estrechamente con esta autoridad al hilo de este asunto y analizará las medidas a su disposición para asegurar que las autoridades correspondientes atiendan las recomendaciones contenidas en el informe.
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