“Vamos a actualizar las líneas de la Plataforma de Dinamización de la Investigación e Innovación Agraria y Agroalimentaria”
¿Cómo se creó el ITACYL y para qué?
Se creo el 27 de enero de 2003 desde la primera reunión del Consejo del Instituto Tecnológico Agrario, que constituye el momento en el que oficialmente comenzó su funcionamiento efectivo. El principal objetivo siempre ha sido el de aumentar la competitividad y su rentabilidad del sector agrario.
¿Qué ha supuesto para el sector la creación del ITACYL?
La actividad y el apoyo de ITACyL ha sido clave como motor de cambio en la actividad del sector agrario y de sus industrias de transformación, mediante el impulso del desarrollo tecnológico y la dinamización de iniciativas que comporten nuevas orientaciones productivas o de adecuación al mercado y a sus exigencias de calidad y competitividad.
¿Cuáles han sido los principales hitos de la investigación del ITACyL en estos 20 años?
Las competencias del Instituto definen las líneas de trabajo y los principales logros tanto en el desarrollo de soluciones innovadoras de eficiencia energética en las zonas regables, en lo que respecta a las infraestructuras de nuevos regadíos y modernización de los existentes, así como en el desarrollo de las tecnologías de la información y base cartográfica aplicada al sector, como la investigación aplicada y desarrollo tecnológico en el sector agrario y agroalimentario, tanto en explotaciones agrícolas, como ganaderas.
Somos líderes europeos en desarrollos tecnológicos, como la aplicación de la información de satélites en la agricultura, y tenemos una alta especialización en técnicas agronómicas, ganaderas, en tecnología de uso del agua y en procesos de transformación alimentaria, así como en valorización de subproductos.
Todo para dirigirse hacia la producción de materias primas alimentarias con una gran seguridad a nivel sanitario, con importantes desarrollos alimentarios a nivel saludable y con una gran calidad sensorial, desarrollando importantes figuras de calidad diferenciada de productos agroalimentarios de Castilla y León.
¿Cuáles son los objetivos del ITACYL para esta nueva legislatura?
ITACyL ha trabajado en estos años adaptando su trabajo a las necesidades del sector agrario, de los mercados y de las nuevas demandas de los consumidores, etc.
Para dotar de mayor eficacia, actualizaremos las líneas de la Plataforma de Dinamización de la Investigación e Innovación Agraria y Agroalimentaria, de forma que permita una mayor especialización en torno a tres ejes: la producción agraria y alimentaria más competitiva, efectiva y sostenible, el desarrollo de la bioeconomía circular, que valorice recursos y subproductos de manera sostenible; y la vinculación de la investigación e innovación a la demanda de los mercados y consumidores.
Como no puede ser de otra manera, la adaptación estará alineada con las principales estrategias vigentes tanto a nivel comunitario, como a nivel regional, continuaremos formalizando proyectos de investigación para trabajar de forma coordinada con otros centros de investigación en España y en Europa.
Nuestro objetivo es trabajar y profundizar en la creación de una red integral de centros y unidades tecnológicas agrarias y agroalimentarias que trabaje en un entorno de investigación e innovación con todos los actores de la cadena, compartiendo la información y el conocimiento.
Se hará una apuesta fuerte por todo lo relacionado con las aplicaciones de las tecnologías espaciales a la agricultura, para facilitar la monitorización de las parcelas agrícolas, tan trascendente hoy tanto para nuestros agricultores como para la propia Administración.
También profundizará en las diferentes herramientas tecnológicas para una ganadería 4.0. aplicaciones que incrementen la eficiencia en el uso de los recursos y la mejora en la salud y el bienestar de los animales.
Según sus últimas investigaciones, ¿cuáles son los cultivos alternativos más prometedores para el campo de Castilla y León?
Las condiciones climáticas actuales permiten el desarrollo vegetativo de nuevas especies tanto herbáceas como leñosas, no cultivadas de modo tradicional en Castilla y León y que de modo progresivo están siendo introducidas por los agricultores con el objeto de diversificar sus producciones.
Asimismo, y buscando un mayor valor añadido de las producciones, incluyendo en muchos casos la etapa de transformación para dar una respuesta efectiva a las necesidades de mercado y a las demandas de los consumidores, cada vez más preocupados por la sostenibilidad y la disponibilidad de productos más saludables. Desde hace más de 10 años, ITACyL trabaja en el desarrollo de nuevos cultivos.
En el caso de los cultivos leñosos, destacar los frutos secos incluyendo almendro, pistacho y en menor medida el nogal y avellano. Ámbito en el que se está profundizando en el estudio de las características del cultivo y su tecnificación, con el objeto de aumentar su rentabilidad y fomentar su implantación a nivel regional.
En Castilla y León, con su gran base territorial no puede olvidar los cultivos herbáceos extensivos, donde además de trabajar en la búsqueda de nuevas variedades de cereal mejor adaptadas a nuestro entorno, investigamos la adaptación de nuevos cultivos como el cáñamo, la quinoa, la chía, el amaranto o variedades de traigo tradicionales como el trigo sarraceno. Asimismo, destacar los trabajos que se están realizando sobre el cultivo del girasol y las leguminosas.
En todos los casos, se están aplicando técnicas de teledetección como los índices de vigor obtenidos a través de imágenes satélite y sus aplicaciones para zonificar, hacer seguimiento del cultivo, etc.
La digitalización del campo es imparable tanto para ahorrar en insumos como para producir lo máximo posible. ¿Qué papel va a jugar el ITACYL en esta área?
ITACyL ha buscado siempre, es una identidad intrínseca a nuestro organismo, pero más durante los últimos años, acelerar el proceso de transformación digital, facilitando el uso de tecnologías más punteras, adaptándolas a las necesidades y particularidades de los distintos eslabones de la cadena, de forma que se genere un ecosistema digital y una red de innovación en el sector agroalimentario. Para que esto se produzca, no se trata de que una serie de agricultores tractores, o grandes ganaderías o empresas sean capaces de manejar estas tecnologías, si no que se trabaje en un planteamiento que vaya un paso más allá, dinamizar modelos para que llegue a todo el sector, se busca la transformación digital de todo el sector. Además, el desarrollo de la digitalización del sector agroalimentario, pasa también porque los resultados puedan revertir en el sector privado tecnológico como promotor de iniciativas que ayuden al sector agroalimentario, y generando más desarrollo rural a través de creación de nuevos empleos de calidad en entornos rurales.
Desde la parte de infraestructuras agrarias la agricultura de precisión es una de las principales herramientas para mejorar la eficiencia y optimizar. Tenemos dos servicios gratuitos que constituyen los dos pilares de la agricultura de precisión: Autoguiados y control de secciones por un lado y dosificación variable por otro:
Para autoguiado y control de secciones tenemos el servicio RTK de la Red GNSS de Castilla y León. Un servicio público gratuito que te permite el posicionamiento centimétrico y que ya tiene más de 7.000 usuarios dados de alta. Es un sistema complejo que funciona las 24h del día y suministra información en tiempo real a partir de 50 estaciones de referencia que monitorizan los errores de las constelaciones de navegación por satélite. Permite eliminar solapes, trabajar de noche, asegurar la calidad de las labores y la eficacia de la maquinaria.
Para la dosificación variable hemos lanzado un nuevo módulo de SATIVUM que te permite hacer una zonificación para cualquier parcela en el territorio a partir de imágenes de satélite, incluso mezclar imágenes de varias fechas. Hemos intentado poner la dosificación variable al alcance de cualquier agricultor con maquinaria adecuada también de forma gratuita y nos permite cerrar el ciclo de servicios que ofrecemos para la agricultura de precisión. Todos estos servicios son gratuitos y tienen una vocación de servicio público…
Y lo mismo desde la parte de investigación y tecnología, donde los últimos proyectos utilizan las tecnologías para mejorar las condiciones agronómicas y de coste de insumos. ITACyL en el año 2022 ha puesto en marcha, el proyecto 5G AGROGREEN con varias empresas donde se obtendrán datos e información valiosa para la gestión y manejo de las parcelas de viñedo, con la optimización de insumos y la consiguiente mejora de la calidad de la uva.
En la ganadería se aplican soluciones tecnológicas para que el ganadero disponga de información on-line sobre el estado de salud y bienestar animal, reduciendo costes de desplazamiento y tiempo de trabajo, o a través de otras herramientas tecnológicas orientadas a la gestión técnico-económica de las explotaciones que mejoren la eficiencia y rentabilidad, cómo la plataforma GESVAC 4.0 para el sector vacuno de carne o el proyecto SmartOvi que contribuirá al desarrollo del sector ovino de Castilla y León en términos de sostenibilidad económica (optimizar la productividad), ambiental (minimizar la huella ecológica) y social (dignificar del trabajo y mejorar su imagen pública), acompañado de una mejora en los estándares de bienestar animal, a través de la implantación de innovaciones y nuevas.
La legislación Europea va encaminada a reducción de las unidades nitrogenadas al suelo. ¿Existe alguna investigación en el ITACYL encaminada a dar respuesta a este objetivo?
Hemos participado en la herramienta de sostenibilidad de nutrientes de la Comisión y desarrollado un módulo de balance de nutrientes en SATIVUM. Es la herramienta que permite hacer balances para las Zonas Vulnerables y abre la puerta al cumplimiento del balance de nutrientes de los ecoregímenes ya este año. De cara al futuro la herramienta irá teniendo mayor dimensión en cumplimiento con las obligaciones de los cuadernos digitales y el RD de nutrición sostenible. Como usa un balance de masas, usamos datos de investigación de diversos cultivos para ajustar las recomendaciones.
Esto se asienta sobre un proyecto de recolección de datos de suelos que llevamos realizando los 10 últimos años. Ya tenemos 50.000 muestras georreferenciadas que nos permiten inferir propiedades de los suelos de todas las parcelas en ausencia de analítica, aunque no quiero con esto decir que las analíticas no sean necesarias para el conocimiento real y preciso de las propiedades de la parcela.
En cuanto a la característica de los nutrientes, los fertilizantes sintéticos han sido claves para la expansión agrícola y el aumento de la productividad. Entre las actuaciones llevadas a cabo en ITACyL desde hace años para tratar de reducir el uso de fertilizantes nitrogenados están: Evaluar rotaciones de cultivos que optimicen el uso de recursos (fertilizantes, agua, etc.), potenciar el empleo de leguminosas como especies fijadoras de nitrógeno, evaluar sistemas de cultivos extensivos, determinar dosis óptimas de fertilización en ensayos experimentales, evaluación del empleo complementario de fertilizantes orgánicos procedentes de producciones ganaderas e inorgánicos, uso de técnicas de gestión que evitan las pérdidas de carbono orgánico de los suelos, fomentando el desarrollo de agriculturas de conservación, evaluación de biofertilizantes y bioestimulantes de origen microbiológico, etc.
En el marco del proyecto europeo LIFE Ammonia Trapping, se demostró la eficiencia de la tecnología de membranas para la captura de amoniaco y su recuperación en forma de sulfato de amonio, en subproductos ganaderos y en la atmósfera. Desarrollar modelos comerciales basados en la tecnología de membranas y planes de explotación para el sector agrícola-ganadero. En esta línea, ITACyL participa, a través del proyecto europeo H2020 WalNUT, en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la recuperación de nutrientes en aguas residuales para su uso como biofertilizantes. En concreto, ITACyL realiza un mapeo del balance actual de recuperación de nutrientes en los sistemas europeos de tratamiento de aguas residuales y estudia sus implicaciones políticas a nivel regional, nacional y europeo. Además, integra el conocimiento adquirido sobre biofertilizantes obtenidos a partir de aguas residuales y lo transfiere al sector agroganadero de la comunidad de Castilla y León.
¿El ITACYL en su historia o sus investigadores han recibido algún premio por sus investigaciones?
En cuanto a los premios, en primer lugar decir que el mejor premio para los investigadores y técnicos es ver cada día una aplicación en el sector como una variedad que ha salido de un programa de mejora del Itacyl, una forma de poner un nuevo producto en los canales comerciales, o contribuir a facilitar la vida de los consumidores con necesidades especiales a través de la línea de Alimentos y Salud… o que a una de las empresas con las que trabajamos en I+D+i les conceden algún tipo de distinción, como cuando nominaron por la EIT-Food dentro de la iniciativa Empowering women in agrifood, a una empresa de emprendedora liderada por una mujer dentro del ámbito rural con los productos de germinados que desarrolló dentro del proyecto FEDER INVFOOD ó cuando le concedieron el PREMIO DE INNOVACION DE LA EMPRESA NATURSNACK por su capacidad de innovación. Se colaboró con ellos en el POCTEP REINOVA_SI
Pero también nos han entregado numerosos premios en cada congreso científico al que asistimos, varios de los últimos:
El trabajo titulado «Inclusión de ácido oleico sólido en la alimentación de cerdos ibéricos criados en intensivo y su efecto en la calidad de la carne fresca», desarrollado por el equipo investigador formado por Ainhoa Sarmiento, Ceferina Vieira, Begoña Rubio, Beatriz Martínez y Juan José García, de la Estación Tecnológica de la Carne de Guijuelo (ITACyL) y la Universidad de Salamanca, era galardonado recientemente con el 3º premio de los premios RACVE que cada año concede la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España.
EL PREMIO A LA MEJOR COMUNICACIÓN EN EL 16th ICC CEREAL AND BREAD CONGRESS. El proyecto a partir del que se ha desarrollado el trabajo premiado tiene como objetivo principal el desarrollo de harinas con alto valor nutricional y propiedades bioactivas así como tecnofuncionales adecuadas para elaborar productos de panificación sin gluten, mediante la aplicación combinada de la tecnología de altas presiones hidrostáticas (APH) sobre cereales minoritarios y pseudocereales.
¿Cómo ha contribuido el ITACYL a la modernización y trasformación de nuevos regadíos?
ITACYL se encarga de las tareas que requieren especialización profesional y tecnológica y que con el sistema de funcionamiento de la administración general son más difíciles de abordar, tratando de buscar que esa especialización permita su desarrollo más completo, más ágil y más eficaz, en beneficio del sector agroalimentario de la región.
En este ámbito se incorpora la naturaleza tecnológica que caracteriza al ITACYL, desarrollando tareas punteras en el ámbito de las geotecnologías, mediante el uso de la cartografía digital, los sistemas de información geográfica, agrometeorología y ciencia del suelo, las tecnologías de la información y comunicación, la información de los satélites, y otras tecnologías aplicables al sector agroalimentario. Todas ellas favorecen de forma muy intensa la innovación y la optimización de los procesos e impregnan el trabajo del ITACyL en las materias reflejadas que son de su competencia.
En el ámbito de las infraestructuras agrarias, la actividad fundamental del ITACyL ha sido el desarrollo de regadíos, trabajando en coordinación con la empresa Seiasa para las modernizaciones y desarrollando las grandes transformaciones de regadío que se han llevado a cabo en estos 20 años (Adaja, Payuelos, La Armuña, Esla-Carrión..) Puede resumirse esta actividad en el desarrollo de más de 140.000 hectáreas modernizadas y nuevas superficies de transformación en regadío, todas con sistemas de riego avanzados tecnológicamente.
Actualmente, además está volcado en la implantación de energías fotovoltaicas en los regadíos, además de trabajar con las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) para incorporar este tipo de energía y consolidar y garantizar con la dotación de infraestructuras necesarias estos regadíos.
¿La irregularidad de las precipitaciones y los incrementos de las temperaturas cada vez más elevadas son un desafío para el sector agrario?
Ciclos de Condiciones ambientales adversas como variaciones erráticas en pluviometría o ciclos con temperaturas extremas hemos tenido siempre, y por supuesto que influyen en todos los cultivos, y sus caracteres principales, como son el rendimiento final, la composición y algunos parámetros de calidad. Por ello, desde el ITACyL se trabaja tanto en la adaptación del manejo del cultivo como a estudios de mejora para tratar de reducir sus efectos. Así como la introducción de nuevos cultivos en Castilla y León.
Así, ITACyL trabaja de manera colaborativa con la Universidad de Barcelona en un programa de mejora específico para trigo duro con el objeto de obtener variedades de calidad y adaptadas a las áreas donde se van a cultivar. En dichos programas, es necesario evaluar gran cantidad de plantas para detectar los distintos caracteres, de tipo morfológico, fenológico, así como de adaptación a estreses abióticos o bióticos, siendo este fenotipado el gran cuello de botella de la mejora.
También se colabora en procesos de pre-mejora de cebada para mejorar la tolerancia de las variedades al estrés hídrico, para aumentar su resistencia a la sequía y conseguir una mayor precocidad que eviten los condicionantes ambientales.
En el caso del viñedo, destacar los trabajos que se están desarrollando en la puesta en valor de las variedades minoritarias tradicionales de vid, aportando una diferenciación de mercado claro en los vinos elaborados, así como el estudio de nuevas variedades de vid con el objetivo de mantener este subsector vitivinícola de la CCAA en ellos máximos niveles de competitividad nacional e internacional
Asimismo, se trabaja en adaptar el manejo para lograr una mejor viticultura. Así, se está trabajando en la evaluación de distintos momentos de podo, con el objeto de retrasar la maduración. También se están evaluando nuevos manejos del suelo mediante el empleo de cubiertas vegetales para ralentizar el ritmo de crecimiento de la vid, así como el manejo de la vegetación. Así como el uso de sustancias antitranspirantes, como el caolín, para retrasar la maduración y que el final de ésta se desarrolle en mejores condiciones, con noches más frescas.
Todo ello apoyado en nuevas tecnologías como la teledetección, en constante avance, sensores de nueva generación in situ, con gestión adecuada y diferenciada, básicas para mejorar nuestra competitividad.
Además, se apoya de manera intensa la necesidad de disponer de mayores elementos de regulación, que aporten recursos hídricos al territorio cuando se necesiten, que, aun no siendo competencia de la Junta de Castilla y León, consideramos imprescindibles para hacer frente a este desafío.
Frente la eliminación de materias activas para proteger los cultivos, tenemos el avance genético y la selección con variedades cada vez más resistentes. ¿En esta área que avances se están realizando desde este instituto?
La reducción de las materias activas disponibles para la formulación de productos fitosanitarios es una consecuencia de la implementación del concepto de Gestión Integrada de Plagas (GIP), que en definitiva aboga por un uso más racional de dichos productos, contemplando las distintas vertientes que implica la necesidad de combinar la sostenibilidad productiva con la ambiental, la conservación de los recursos naturales y, aún más importante, las connotaciones sobre la propia salud humana.
En este esquema, las posibles medidas de prevención y control a considerar en función de la compleja casuística que conlleva la lucha contra las plagas y enfermedades, incluyen distintas metodologías. Dentro de ellas, en el caso de existencia de fuentes de resistencia, su inclusión mediante técnicas de mejora genética en las variedades a ser sembradas por nuestros agricultores es, sin duda una de las que aporta una mayor efectividad. En el ITACYL se es consciente históricamente de ello, teniendo una larga trayectoria en este campo de la ciencia y la tecnología en programas de mejora propios con más de 50 variedades protegidas y más de 20 variedades licenciadas tanto de cebada y trigo como de leguminosas, incluyendo guisante, garbanzo, lenteja, alverjón o judía).
Otro aspecto fundamental en la Gestión Integrada de Plagas es la capacidad de adelanto a los problemas, la detección precoz de riesgos de incidencia de esas plagas y enfermedades mediante una monitorización continua de las mismas. Esto permitirá una mejor concepción en cuanto a posibles medidas preventivas a considerar y, en el caso de requerir finalmente aplicaciones curativas, una anticipación al problema, optimizando aspectos como los momentos, dosis o la propia elección del producto adecuado y, en consecuencia, consiguiendo ese objetivo de una mayor racionalización en su uso.
Al respecto desde el Observatorio de Plagas y Enfermedades Agrícolas del ITACYL, en colaboración con el resto de dependencias de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y de otros agentes del sector, se presta un apoyo directo en la materia a nuestros agricultores, mediante sus programas de monitorización a pie de campo, el establecimiento de modelos predictivos o la creación de una cadena de flujo de información a través de la emisión de avisos y recomendaciones al sector en función de los riesgos estimados en cada caso.
¿En ganadería, a qué logros ha contribuido principalmente el ITACYL con sus investigaciones?
El sector ganadero constituye un importante pilar de la economía de Castilla y León, siendo la actividad que contribuye en mayor medida a la fijación de la población en el medio rural. Su futuro, en el actual contexto socio económico, requiere lograr un modelo de producción eficiente y sostenible, a través de la conversión digital y la optimización en el uso de insumos, principalmente la alimentación del ganado. Todo ello obteniendo y garantizando una producción de calidad.
El ITACYL ha realizado una amplia labor de investigación en la mejora de la alimentación animal, a través de servicios de I+D a empresas y proyectos de investigación para la utilización de nuevos ingredientes y aditivos que mejoren la salud y la calidad de la carne y de la leche. Querría destacar por ejemplo la labor las investigaciones desarrolladas en el Centro de Pruebas de Porcino en el estudio del uso de leguminosas como alternativa a la soja importada, como fuente de proteína, y de esta manera incrementar el uso de cultivos regionales. O las investigaciones en materia de acuicultura, en la búsqueda de alternativas a la harina de pescado a través del uso también de leguminosas o materias primas de potencial desarrollo como las harinas de insecto. Así, como otros diversos trabajos del efecto de la alimentación y el manejo del ganado en la calidad de la carne en ganado vacuno, ovino y porcino.
Trabajamos, también en la reducción de uso de antibióticos en el ganado, las empresas nos solicitan realizar ensayos de eficacia de productos que permiten mejorar la salud animal y prevenir enfermedades. En cuando a salud animal, contamos con un equipo de secuenciación masiva, permite identificar en una misma muestra de forma rápida y fiable una elevada cantidad de microorganismos, por lo que es posible identificar los agentes causantes de la enfermedad y detectar resistencias antimicrobianas, lo cual ha supuesto un gran avance en el diagnóstico, control y tratamiento de enfermedades.
Por último, destacar que el ITACYL se ha especializado en la aplicación de nuevas tecnologías en las granjas, como herramientas de gestión avanzada como GESVAC 4.0 para la mejora de la rentabilidad del vacuno de carne, la herramienta ENERLACTEO para la eficiencia energética del vacuno y ovino de leche. Y tecnologías de sensorización y monitorización del ganado con aplicaciones como valorar el bienestar y la salud animal (collares GPS-GPRS, crotales con sensores de temperatura y movimiento, bolos sonda ruminales…), estas herramientas facilitan la recogida de información y el trabajo al ganadero.
¿Por qué las hortalizas pueden ser una nueva oportunidad para el campo de Castilla y León?
Castilla y León se caracteriza por tener una gran base territorial y una política de trasformación de zonas de secano a regadío muy importante. Este entorno unido a una mayor disponibilidad de agua en zonas hortícolas tradicionales hace de estos cultivos una oportunidad para nuestra CCAA.
Desde el Itacyl se está desarrollando un plan específico para el desarrollo de estos cultivos, trabajando de un modo colaborativo con las industrias de transformación de la región. De ahí que los primeros cultivos estudiados sean el maíz superdulce, la remolacha roja, el haba pocha, el guisante y las básicas, coliflor y brócoli.
Además, con el apoyo a las recargas de acuíferos seguimos manteniendo nuestra posición de líderes peninsulares en cultivos como la zanahoria o el puerro y estamos reforzando nuestra posición en nabo, chirivía, cebolla y ajo.
Uno de los objetivos del ITACyL es la promoción de la agroalimentación de Castilla y León. ¿Qué ha supuesto la marca de calidad Tierra de Sabor para el sector agroalimentario de nuestra comunidad?
En este momento disponemos de 70 figuras de calidad reconocidas, 40 de ellas con el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida, 25 Marcas de Garantía y otras cinco figuras, entre las que se encuentra la Artesanía Alimentaria, la producción ecológica, la producción Integrada, la Especialidad Tradicional Garantizada Jamón Serrano y nuestra marca Tierra de Sabor.
Respecto a la marca de calidad Tierra de Sabor, marca que se creó en el año 2009, se ha convertido en uno de los referentes más destacados de la agroalimentación de España. En la actualidad cerca de 900 empresas de Castilla y León utilizan este marchamo de calidad, con alrededor de 6.000 productos autorizados. El 86% de estas empresas están ubicadas en el medio rural.
Como tareas del Instituto Tecnológico se encuentra, en esta materia, una fundamental que es dar un nuevo impulso a la marca para que siga creciendo con la elaboración y puesta en marcha de un Plan Estratégico de la marca, de hecho, ya estamos avanzando en nuevas medidas que forman parte de este Plan de Acción.
Nuestros vinos son posiblemente el mayor referente a nivel nacional e internacional de nuestro sector agroalimentario. ¿Van a seguir apostando por los Premios Zarcillo como el gran escaparate de calidad de nuestros vinos?
El vino es uno de los pilares básicos de la economía de Castilla y León, es un referente en el mercado nacional del vino de calidad, ya que 1 de cada 4 vinos de calidad que se comercializa en España es de Castilla y León. Contamos con 17 figuras de calidad vitivinícolas con DOP e IGP en nuestra comunidad.
La Junta de Castilla y León, conocedora de la importancia estratégica del sector vitivinícola, siempre ha apoyado al sector y ha promovido iniciativas para promocionar los vinos de calidad. Entre estas iniciativas, goza de un especial prestigio el concurso internacional de vino «Premios Zarcillo», organizado por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural desde 1991 y que cuenta con el patrocinio de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (O.I.V.) y la Federación Internacional de Grandes Concursos de Vino (VinoFed).
En estos años, los Premios Zarcillo han adquirido prestigio y reconocimiento a nivel nacional e internacional, convirtiéndose en referencia, tanto por la calidad de los vinos presentados como por la seriedad demostrada en su organización a cargo del ITACyL.
Los Premios Zarcillo 2023 han iniciado una nueva imagen. Con el sobrenombre en inglés “The Iberian Wine Awards”, para reforzar el carácter internacional de los premios y, en particular, de los lazos con Portugal, como compañero y aliado. El hilo conductor que supone la cuenca hidrográfica del Duero a nivel vitivinícola, entre Castilla y León y el país vecino, se hace extensivo al resto del territorio con esta apuesta por los vinos de la Península Ibérica. Continuaremos con la siguiente edición en 2025.