«Tenemos más riesgos, pero también, más herramientas para conseguir la rentabilidad que deseamos”
¿Cómo ha sido el balance de la pasada campaña de cereal?
El balance ha sido entre malo y desastroso, sobre todo en cebada y no tanto en trigo. La razón principal las nulas precipitaciones que no tuvimos en marzo abril y mayo, a pesar de que los cereales llegaron bien presentados a esas fechas.
Las aplicaciones nitrogenadas se hicieron sin precipitaciones y el ahijado fue deficiente sobre todo en cebada, mientras que el trigo se defendió algo más por estar más adelantado.
El resto la misma tónica, en forraje mal y en leguminosas un desastre. Lo único positivo ha sido el girasol. Este cultivo se sembró tarde y tardó en nacer y gracias a las lluvias de junio, a la espera de cosecharse, trae algo de optimismo. Esperamos una buena campaña a pesar de que los últimos calores le han afectado.
¿En lo que se refiere al mercado?
Arrancamos la campaña con precios interesantes que se mantuvieron hasta navidades. A partir de esa fecha iniciaron un lento y progresivo descenso hasta la actualidad donde el mercado está parado por dos motivos. El agricultor no liquida y el fabricante está cubierto por el puerto. Como hemos comentado en varias ocasiones, lo mejor es repartir las ventas a lo largo del año para sacar una buena media y reducir el riesgo.
Afrontamos una nueva sementera de colza y cereal con abundantes precipitaciones en septiembre. ¿Cómo pueden influir estas lluvias en la preparación de esta sementera?
Que llueva a tiempo cambia el ánimo. Las labores se realizan a tiempo y la siembra en sus condiciones ideales. El optimismo es bueno, otro asunto es el coste de los inputs.
Una de las vertientes del Alamillo es la multiplicación y comercialización de la semilla certificada. ¿Cómo pueden concienciar a un agricultor de que la semilla certificada es una inversión no un gasto?
La principal es que una campaña como la pasada hace 25 años hubiera supuesto una producción cero, pero gracias a los avances en genética y la adaptación de las variedades a condiciones severas de falta de humedad, hemos podido sacar algo. Yo he vivido años de cosecha cero, solo con eso ya se justifica. La semilla certificada es sinónimo de mejora genética y adaptación a las condiciones extremas. Esta supone, cada año, tener a nuestra disposición mejores variedades y más adaptadas.
También, lleva un proceso administrativo y técnico para que cada vez sea de una calidad superior. La semilla certificada es sinónimo de mejor sanidad, lo que te permite utilizar una menor dosis de siembra que la de autoconsumo del propio agricultor, porque está mejor seleccionada y muy controlada.
En fertilización venimos de una campaña irregular por los altos costes de los precios. ¿Qué podemos hacer para no mermar la capacidad productiva de los suelos?
Al cultivo hay que llevarle en las mejores condiciones. En función de los cultivos y su rendimiento hay que reparar adecuadamente sus necesidades mediante un abonado más tradicional de fondo y primavera o de una única aplicación. En esta última opción, lo mas racional es no jugarnos todo a una misma carta realizando una aplicación primero de 2/3 y el resto después en función de las condiciones climatológicas.
¿A nivel comercial, en qué casas se apoyan en fertilización?
En fertilización convencional, en los principales fabricantes nacionales mientras que para fertilización de una aplicación ó con tecnología comercializamos fertilizantes de Yara y Fertiberia Tech. Aportamos al agricultor información, manejo y técnicos que realizan un seguimiento.
Disponemos de los fertilizantes con la tecnología más avanzada y adaptada a la normativa de reducción de nitratos.
Actualmente se están incorporando nuevas técnicas como la biofertilización. ¿Qué postura tiene el Alamillo?
Desde hace años las venimos aplicando en hortícolas y cultivos de regadío como remolacha, patata, etc. Paulatinamente hemos ido incorporando la biofertilización también en secanos extensivos por sus resultados y para adaptarnos a la nueva normativa europea de reducción de aplicaciones nitrogenadas.
En semilla certificada, ¿qué variedades va a ofrecer esta campaña el Alamillo?
Además de las consolidadas en trigo como Filon, LG Albufera y LG Monje y en cebada Lavanda, Saratoga, Ansola, Nabuco y Fantex. En trigo tenemos como novedad para esta campaña LG Fortunato cuyas características más destacadas son su precocidad, rusticidad y su alto potencial productivo. Además de su excelente sanidad.
En cebada, las novedades de las que disponemos son para ciclo largo: LG Centella, una variedad resistente a virosis, con una velocidad a maduración muy elevada y alto potencial productivo.
Para ciclo corto, tenemos LG Andante, una cebada de primavera con muy buena sanidad y elevadísimo potencial productivo.
En lo que respecta a Leguminosas, a pesar de lo complicado del año, disponemos de variedades de guisante como Furius y KWS Karpante.
Vivimos momentos de relativo desánimo para los agricultores a costa de los incrementos de los costes de producción y la coyuntural meteorología adversa. ¿Qué consejo le gustaría trasmitirles?
El agricultor es un empresario que tiene que encajar los riesgos inherentes a su negocio como en el resto de profesiones, aunque en nuestro sector sean mayores. El profesional debe apostar por lo que está en su mano minimizando los riesgos mediante herramientas como el seguro e intentar que el cultivo sea lo más productivo posible. Después, hay variables como el tiempo que no podemos manejar y que no son nuevas. Ahora, los riesgos son mayores pero también, tenemos más herramientas a nuestra disposición como la genética, la tecnología y otros factores para poder defendernos y alcanzar la rentabilidad que deseamos.