El capital asegurado durante el año 2021 en la región ha alcanzado los 2.367 millones de euros
En esta época tan complicada en la que nos tomamos (y nos toman) la temperatura tan frecuentemente, nadie puede negar que la que manifiesta el sector agro castellanoleonés, es buena muestra de lo que sucede en la realidad del sector primario del resto del país.
En el seguro agrario suele suceder algo similar. El aseguramiento y siniestralidad de Castilla y León es piedra angular de las cifras del sistema, y traslada –sin llegar a fotocopia- la tendencia. Por eso -como ha sucedido en los últimos años- cuando crece el aseguramiento de los agricultores y ganaderos en la región, también crece el total nacional, y viceversa.
En el año 2021, las más de 84.500 pólizas suscritas en la región, nos dejan una producción asegurada de 9,9 millones de toneladas. La presencia de los cultivos herbáceos (cereales, oleaginosas, leguminosas…) ha vuelto a superar los 8 millones de toneladas, mientras que los cultivos industriales no textiles (remolacha y lúpulo) ha superado los 1,1 millones de toneladas. La uva de vino, las hortalizas, los frutales, los frutos secos… también han alcanzado cifras positivas de aseguramiento. En total, la superficie asegurada se mantiene por encima de los 2,1 millones de hectáreas, mientras que los animales asegurados son muchos más, superando los 34,2 millones con protección de las diferentes líneas de seguros pecuarios durante el pasado año. Por todo ello, el capital asegurado durante el año 2021 en la región ha alcanzado los 2.367 millones de euros, un 1,6% más que en 2020. Una cifra muy destacada y que ha impulsado inequívocamente el 2,1% que ha crecido en el total nacional. A más capital asegurado, más riqueza, empleo y futuro cuenta con protección del seguro agrario, y eso siempre es positivo.
En la siniestralidad también ha sucedido algo similar, tras un año repleto de fenómenos meteorológicos adversos: heladas, borrascas de lluvia y viento, pedrisco… Las indemnizaciones abonadas por Agroseguro a los agricultores y ganaderos de Castilla y León se han elevado por encima de los 67 millones de euros, creciendo un 53% respecto a 2020. Por producciones, han destacado los daños registrados por los cultivos herbáceos extensivos, que cerraron la pasada campaña con 29,6 millones de euros en indemnizaciones, principalmente a causa de las fuertes tormentas de pedrisco sufridas durante la primavera y el verano en la región. Además, destacan las indemnizaciones abonadas a productores de uva de vino (9,7 millones) y hortalizas (3,6 millones). En el caso de los seguros pecuarios, los ganaderos castellanoleoneses asegurados han registrado siniestros por valor de 21 millones de euros, abonados en tiempo y forma, porque durante el pasado año hemos mantenido el pago medio de las indemnizaciones en 30 días tras la tasación definitiva del siniestro, aspecto que resulta fundamental para que los agricultores y ganaderos puedan afrontar y planificar lo que sucede tras un siniestro con garantía y seguridad.
El ejercicio 2022 ha arrancado con vaivenes. No solo porque el sector agrícola y ganadero haya estado día sí y día también en primera plana informativa, y no siempre beneficiosa. No solo por ello, sino porque la meteorología no está siendo halagüeña. Como todos sabemos, el buen/mal tiempo en exceso casi siempre es negativo. La presencia de tormentas y días soleados a destiempo y en exceso trae malas consecuencias para nuestros campos. Ojalá el fin del invierno y la primavera nos riegue, de manera constante pero tranquila. Si no fuera así, al menos, el crecimiento continuado del seguro agrario en Castilla y León, pondrá su experiencia y eficacia a disposición de gran cantidad de productores y empleos en la región.
Autor: José Ignacio García Barasoain. Director territorial de Agroseguro en Castilla.