Genética KWS: para un mejor control de la Cercospora y un ahorro de fungicidas
La Cercospora beticola es un hongo deuteromicetes que ataca las hojas de la remolacha y otras especies de la misma familia como acelgas y espinacas. Aproximadamente dos tercios de la superficie mundial de remolacha tienen una presión de Cercospora de moderada a alta (unos 3 millones de ha) la presión más alta se da en los países del Sur de Europa, Italia es el más afectado. En España hay zonas con ataques al nivel de Italia, sobre todo en las provincias de Rioja, Álava y Navarra, pero también en Andalucía en siembra otoñal hay zonas como la marisma de Lebrija donde los ataques son muy intensos y muchas veces son necesarios hasta 5 tratamientos. Las observaciones muestran que la enfermedad gana territorio propagándose del Sur al Norte año a año.
La Cercospora es, con mucho, la enfermedad foliar más destructiva de la remolacha: reduce el rendimiento de los cultivos hasta en un 50% en los casos más graves. Además, reduce la calidad de industrial de la remolacha, afectando directamente al rendimiento en las azucareras.
La Cercospora al igual que otras enfermedades fúngicas crea resistencias a los fungicidas, por ello se recomienda alternar diferentes productos en los tratamientos, Las resistencias a los fungicidas se extienden ampliamente y reducen así la eficacia de los productos fitosanitarios. Todo ello unido a las políticas agroambientales europeas que han agravado este problema, ya que, en los últimos 10 años, se han prohibido hasta un 60% de las materias activas disponibles, esto hace que los tratamientos no sean tan efectivos como antes.
Solución KWS para el control de control de Cercospora
KWS ha seleccionado una nueva generación de variedades de alta tolerancia a Cercospora. Estas variedades han sido desarrolladas por métodos de selección y mejora clásicos con el fin de conseguir una genética súper-tolerante a la Cercospora que derive en un potencial de ahorro de fungicidas.
Estas variedades han sido desarrolladas por KWS mediante métodos clásicos de cruzamiento y selección, con material genético de la colección de KWS, a partir de una población de remolacha silvestre Beta vulgaris ssp. Maritima.
Este desarrollo ofrece una nueva dimensión en la protección frente a Cercospora. Esta nueva tolerancia se ha combinado con otras fuentes de tolerancia a Cercospora, aumentando aún más el nivel de protección y contribuyendo a un ciclo de vida más largo contra las resistencias. El resultado es un nivel de tolerancia nunca antes alcanzado contra Cercospora y un alto rendimiento tanto en presencia como en ausencia de la enfermedad.
Claves en los tratamientos fungicidas contra Cercospora
La germinación de la Cercospora se produce a partir de 14ºC, aunque el óptimo es de 25ºC, con condiciones de alta humedad relativa al menos del 95% o agua libre sobre las hojas. Estas condiciones se dan en todos los regadíos en verano.
Los riegos nocturnos alargan las condiciones de humedad sobre las hojas, más que los diurnos, prolongando el periodo favorable a la germinación, igualmente las parcelas en vegas bajas y cerca de ríos o arroyos.
Es especialmente importante tratar en cuanto aparezcan las primeras manchas.
A la hora de planificar la intervención con productos fungicidas se aconseja hacerlo a la aparición de las primeras manchas (cuando existe un 10% de hojas con síntomas) repitiendo las aplicaciones en función de la intensidad del ataque a las 3 semanas.
Alterne al menos 2 materias activas diferentes, y refuerce cada aplicación con Mancozeb.
Siga las indicaciones del fabricante del pulverizador y de la etiqueta del producto, en cuanto a presiones y caldo necesario.
Autor: Javier Fuertes. Agroservicio KWS. Email: javier.fuertes@kws.com