El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha mostrado el apoyo del Ejecutivo autonómico a la industria agroalimentaria de la Comunidad y al sector cooperativista, pilar de buena parte de la producción de alimentos de Castilla y León, visitando esta mañana las instalaciones de una de las plantas de la empresa Calidad Pascual, en Aranda de Duero, y la cooperativa Agropal, en Palencia.
Durante su visita a las provincias de Burgos y Palencia, el presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado que la convocatoria de ayudas de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para apoyar las inversiones en la industria agroalimentaria de Castilla y León destinadas al mantenimiento del empleo, que contaba con 35 millones de euros, se ampliará hasta los 65 millones con objeto de priorizar aquellos proyectos de inversión que apoyen a trabajadores afectados por la situación derivada del Covid-19
En esta convocatoria, las subvenciones podrán alcanzar los 640.000 euros para aquellos proyectos de inversión valorados entre 1.000.000 y 2.000.000 euros. Para proyectos de más de 2.000.000 euros, la ayuda máxima será de 1.100.000 euros, pudiendo alcanzar un máximo de 3.000.000 euros en los casos de reincorporación de trabajadores afectados por ERTE a raíz del COVID-19. También se destinarán 4.059.138 euros para apoyar inversiones en el sector forestal, de los cuales 3.059.138 euros también contemplarán entre sus criterios de priorización la protección del empleo afectado por la crisis provocada por el COVID-19, mientras que el restante millón de euros cubrirá la resolución de la convocatoria de 2019 pendiente de resolver.
Estas cantidades están cofinanciadas con fondos Feader (53 %), Gobierno Central (14,1 %) y la Junta de Castilla y León (32,9 %).
A lo largo de su visita a la planta de Calidad Pascual, en cuyo complejo de Aranda se recibe al día más de un millón de litros de leche, Fernández Mañueco ha podido conocer de primera mano cómo esta compañía, desde el inicio de la crisis del coronavirus y ante la falta de material sanitario, ha dedicado parte de sus instalaciones a fabricar pantallas de protección, salva-orejas y válvulas para respiradoras con impresoras 3D, para ayudar a mitigar los efectos provocados por la pandemia del COVID-19. Así, han impreso más de 500 pantallas de protección y alrededor de 300 salva-orejas que han sido repartidas en hospitales, residencias, etc. a través de Protección Civil. Cada pantalla de protección tarda 1 hora y 45 minutos en imprimirse y cada salva-orejas, 1 hora.
También han fabricado ya más de 30 válvulas para adaptar máscaras de bucear y conseguir crear respiradores. Cada válvula tarda en imprimirse alrededor de 7 horas e irán destinadas a hospitales de La Ribera. La compañía, asimismo, se ha puesto a disposición del Gobierno y de las autoridades autonómicas y locales para colaborar en lo que sea necesario.
El presidente de la Junta ha agradecido la labor de los trabajadores de esta planta, en los que ha querido personificar el reconocimiento al esfuerzo y trabajo de toda la industria agroalimentaria de la Comunidad.
Apoyo al sector cooperativo
Durante su visita a uno de los centros productivos de Agropal, una de las diez cooperativas de primer grado con mayor facturación de España, el presidente de la Junta ha destacado que las cooperativas son una pieza esencial del mundo rural de Castilla y León y en estos momentos de dificultad están mostrando su fortaleza para sortear las dificultades desde la unión, así como su importante contribución a la producción y abastecimiento de alimentos a la población con regularidad y con los más altos estándares de seguridad y calidad.
Por todo ello, el presidente Fernández Mañueco ha agradecido hoy, durante su visita a Agropal -dedicada a la clasificación y procesado de legumbres, elaboración de semilla certificada, transformación de cereales, piensos, deshidratado de alfalfa, transformación cárnica y producción de quesos-, el compromiso con Castilla y León y el enorme esfuerzo que están realizando en estos momentos tan complicados, así como el trabajo desarrollado por los trabajadores de la cooperativa.
Ante la actual situación de emergencia sanitaria, la Junta de Castilla y León también está facilitando equipos de protección individual a las cooperativas (mascarillas, guantes, gafas, batas, buzos, gel hidroalcohólico) para que puedan seguir desempeñando la actividad esencial de proporcionar alimentos a la población.
Importancia de estas entidades para el tejido industrial
El movimiento cooperativo factura en Castilla y León más de 2.500 millones de euros al año, cuenta con 44.650 socios cooperativistas y genera más de 3.500 empleos en la economía autonómica. La Junta de Castilla y León apoya a este sector con cinco instrumentos: la nueva Ley de Cooperativas Agrarias de Castilla y León, en cuya elaboración participó activamente Urcacyl (Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León), que asocia a 140 cooperativas, que en volumen de facturación supone el 80 % de toda la facturación de cooperativas de Castilla y León.
En segundo lugar, con el `Plan estratégico del cooperativismo agroalimentario de Castilla y León 2019-2023´, elaborado por las cooperativas, a través de Urcacyl, y que será la hoja de ruta para la Junta de Castilla y León. Entre otros objetivos, se conseguirá incrementar el volumen de negocio cooperativo en un 40 %, para llegar a 3.600 millones de euros, el número de socios jóvenes y también de mujeres, los servicios a los socios y se estima que se van a duplicar los proyectos de investigación e innovación.
En tercer lugar, apoyando las fusiones y las integraciones de cooperativas y, por último, fomentando las Entidades Asociativas Prioritarias. Actualmente hay 38. Todos los jóvenes que se incorporen a este tipo de cooperativas tienen beneficios en las ayudas de la Consejería.